Las instalaciones de hidroterapia de la Ciudad San Juan de Dios de Las Palmas de Gran Canaria han sido reformadas recientemente para aprovechar los últimos avances tecnológicos y adecuarlas a las necesidades de los usuarios, que reciben 800 sesiones de hidroterapia mensuales.
Hace 28 años, el centro incorporó las instalaciones acuáticas para mejorar el tratamiento que realizaba en la rehabilitación de niños con parálisis cerebral y distrofia muscular con técnicas y terapias que ya se realizaban en algunos países europeos a la vanguardia de la asistencia de personas con discapacidad intelectual. En 1991, la Ciudad de El Lasso estrena este nuevo servicio con una piscina grande con accesibilidad para sillas de ruedas con chorros subacuáticos, pasarela de marcha y camilla subacuática; otra piscina pequeña; tanque de Hubber; baños de contraste y sala de chorros a presión.
Con el paso de los años, los usuarios de estas piscinas y baños se ampliaron, siendo tanto los alumnos y alumnas escolarizados en el Colegio de Educación Especial –la mayoría con patología neurológica, parálisis cerebral, miopatías o distrofia muscular- como los adultos con tratamiento rehabilitador ambulatorio por patologías diversas –reumáticas, del aparato locomotor, post-quirúrgicas, neurológicas, etc-. El centro fue mejorando estas instalaciones disminuyendo la profundidad inicial de la piscina, adecuando los vestuarios, incorporando el sistema de desinfección por eletrolisis salina e instalando una grúa eléctrica para sumergir a usuarios con mayor afectación.
Pero ha sido en estos últimos meses cuando e han renovado las estructuras de funcionamiento en el circuito interno del agua y el sistema de cloración, se ha instalado un sistema de deshumidificación del ambiente, se ha renovado el sistema eléctrico de las instalaciones y se ha modificado el piso del vaso de la piscina pequeña. Además, se han hecho trabajos de mantenimiento y reparación en el edificio. Todo ello redunda en la confortabilidad del usuario de estas instalaciones de hidroterapia, disminuyendo la concentración de humedad en el ambiente y reforzando la seguridad y calidad del agua en la que realizan los tratamientos. Con todas estas mejoras, se puede prestar asistencia rehabilitadora a más perfiles de usuarios, sumándose a los que hacían uso de ellas los niños de Atención Infantil Temprana, del Centro de Día los adultos de la residencia y usuarios –niños o adultos- con tratamiento ambulatorio por daño cerebral adquirido, distintos síndromes que cursan con alteración del tono muscular y la postura, enfermedades con alteración del equilibrio y la coordinación, fibromialgia, artritis, atrofias musculares, patologías mecánicas o vasculares y un largo etc.
Beneficios de la rehabilitación en el agua
Actualmente, son más de 20 los profesionales que componen el equipo que atiende y trabaja con niños y adultos en estas instalaciones de la Ciudad de San Juan de Dios, tratándose de fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupaciones.
Aprovechando la flotabilidad y la viscosidad del agua, estos profesionales trabajan para favorecer diferentes aspectos del desarrollo de los usuarios, como pueden ser el control postural, la respiración, la circulación sanguínea, el equilibrio o la percepción del propio cuerpo. Además, el agua produce un efecto de relajación muscular y mental y puede disminuir las contracturas musculares así como reforzar el sistema inmunológico. El trabajo de rehabilitación acuática puede también aumentar la fuerza muscular y reducir al mismo tiempo el impacto de los movimientos en las articulaciones, y permite alcanzar mayor rango de movimiento. El usuario se encuentra en el agua más protegido que fuera de ella, de modo que disminuye su sensación de miedo y ansiedad ante la terapia, generando un bienestar y una participación mayor por parte de los pacientes, algo que redunda positivamente en la manera de abordar su propio tratamiento.