Extraña muy mucho ver a los empresarios privados y liberales pedir de forma mendicante muchos miles de millones de ayuda económica a Papá Estado.
Los empresarios y emprendedores que siempre han despotricado de lo publico y que también siempre han querido adelgazar el Estado nos sorprenden ahora solicitando dinero a espuertas por culpa de la crisis generada por el coronavirus.
Estos empresarios seguro que pedirían también mucho dinero si no hubiésemos pasado por el covid-19 aunque esta crisis sanitaria les viene al pelo para ampliar sus peticiones de dinero público para inyectar en sus empresas privadas.
De esta forma yo también me hago empresario y emprendedor. Cuando gano mucho dinero no lo reparto con nadie y encima protesto porque tengo que pagar impuestos, pero cuando las cosas van mal dadas y entro en pérdidas rápidamente toco en la puerta de la administración pública a la que denigro como buen liberal que soy.
No se puede estar en misa y repicando aunque nuestro empresariado, por muy agnóstico que sea, le encanta hacer las dos cosas al mismo tiempo.
Piden menos Estado y más empresarios privados pero cuando llega la primera crisis se achica, cambian sus reivindicaciones y exigen a la Administración pública mucho dinero para salvar sus negocios.
Quieren ganar siempre sin apenas arriesgar. Se suben al trapecio siempre que abajo haya una gran red protectora que les impida darse el batacazo. Son unos auténticos plañideros.