La que fuera diputada del PSOE durante tres legislaturas, Pilar Grande Pesquero, está en la lista de Conchi Narváez y aprovecha la ocasión para hacer un breve repaso por la política de los últimos años, que califica como “política de espectáculo”.
“Fui diputada cuando el Parlamento era algo que se podía ver, que se podía escuchar. Hoy, ha cambiado mucho, pero no para mejor. Una institución que representa a todos y cada uno de los españoles merece más respeto, porque es la manera de mostrar que respetamos a los ciudadanos que nos colocan allí y que nos pagan el sueldo”, afirma.
“Intentamos que los ciudadanos nos vuelvan a dar una oportunidad, que esperemos que sea una legislatura tranquila de cuatro años, para que nos podamos concentrar en los problemas reales de San Bartolomé de Tirajana, que son muchos y diversos porque tenemos un municipio que es la quinta parte de la isla de Gran Canaria, 333 kilómetros cuadrados de cumbre, de medianía, de costa, con una zona turística que es el pulmón de Gran Canaria y de la Comunidad Autónoma, donde se han mejorado cosas, pero todavía hay mucho por hacer”.
Respecto al tema de vivienda, del que han hablado mucho todos los candidatos, Grande Pesquero asegura que, aunque “Juan Grande tiene muchas carencias que resolver, como el problema con los corrales de animales o el colegio, lo que también tiene es una parcela para hacer viviendas, de las pocas que hay en el municipio”. Es más, añade “puede ser uno de los barrios que más vivienda tenga en la próxima legislatura”.
También se ha pronunciado sobre la oferta comercial y turística, haciendo referencia al estudio que Carlos Álamo encargó. “Sabemos dónde están las deficiencias, pero ahora hay que sentarse, no solo el ayuntamiento, también Cabildo y Gobierno de Canarias y adquirir compromisos por unanimidad. La oferta comercial debe ser una oferta moderna, quizá hay que cambiar el concepto y lo que se demanda es menos metros cuadrados, pero más calidad”.
En respuesta a la crítica de que no se ha ejecutado ni la mitad de lo presupuestado, aclara que “no será por voluntad política. Cuando llegamos nos encontramos un cascarón. Teníamos un ayuntamiento con dinero y sin nada dentro, con un solo arquitecto o ingeniero para todo San Bartolomé de Tirajana, o la plantilla de policía prácticamente diezmada y el dinero está para gestionarlo”.
También ha querido hablar del concepto de ciudad al que ha hecho referencia en varias ocasiones Conchi Narváez. “Aquí conviven 147 nacionalidades distintas y eso enriquece muchísimo la cultura, pero necesitamos un sentido de pertenencia como el del norte de Europa, donde consideran que lo público es de todos y que hay que cuidarlo porque es tan mío como tuyo. Eso es lo que tenemos que lograr y lo que echo de menos”. Además, añade “para lograrlo hay que conseguir escuelas infantiles, no solo guarderías y hay que enseñar a ser ciudadano de bien desde pequeñito, con educación, como aprender idiomas, es algo que nunca se olvida”.