El presidente del Gobierno, está convencido del éxito del confinamiento y el estado de alarma, y ha confirmado que está negociando con los grupos parlamentarios una “última prórroga de aproximadamente un mes”, hasta el 30 de junio. Sánchez, ha utilizado su comparecencia para defender la prórroga, que rechazan el PP y Vox, y para explicar que si se hubiera adoptado la idea de dejar que el virus circulara libremente, como plantearon en un principio países como el Reino Unido, la mortalidad habría sido catastrófica.
“Con el informe serológico hemos visto que se ha contagiado el 5% de la población y la letalidad real es del 1%. Estos dos datos nos llevan a concluir que el estado de alarma ha funcionado. El camino que estamos siguiendo desde el principio de la epidemia es el único posible. Algunos dijeron que una solución era dejar que el virus se difundiera hasta alcanzar la inmunidad de grupo, que implica un 70% de la población. Hubo países que iniciaron esa vía y tuvieron que dar marcha atrás. Si hubiéramos optado por esa fórmula, la infección podría haber alcanzado a 30 millones de compatriotas y podría haber costado la vida a 300.000 personas. O tal vez más porque se habría colapsado el sistema sanitario. Debemos tener muy en cuenta estas dos lecciones”, ha asegurado el presidente.
Sánchez no ha querido aclarar hasta qué día pedirá la prórroga del estado de alarma porque está en plena negociación con los grupos, pero ha insistido en que la idea es que el nuevo decreto llegue hasta que termine la desescalada. Lo que sí es posible es que la alarma sea asimétrica, como la desescalada, esto es que algunas provincias salgan del estado de alarma antes que otras.
También ha insistido en que se están negociando fórmulas para una mayor cogobernanza para la desescalada, como le pide el PNV y sobre todo ERC, que está negociando pasar del no a la abstención y volver al núcleo de la mayoría. El Gobierno y ERC han recuperado el equipo negociador de la investidura, que también está hablando de la posibilidad de recuperar la mesa de diálogo con la Generalitat en cuanto acabe la desescalada. Una de las cuestiones que ya se ha decidido para aumentar el cogobierno es que solo se concentrará el mando único en Sanidad, pero no ya de Interior, Defensa o Transportes, un asunto importante para el País Vasco y Cataluña, que tienen las competencias de seguridad transferidas.
El presidente ha pedido paciencia a los sectores que le presionan para acelerar la reapertura, también el del turismo que exige que se reabran las fronteras cuanto antes. “España necesita el turismo. Sin turismo no habrá recuperación. Pero el turismo necesita seguridad, destinos controlados. Debemos superar la emergencia cuanto antes para relanzar nuestra oferta turística. Si priorizáramos el negocio sobre la salud acabaríamos con la salud y con el negocio”, ha insistido.
Sánchez también ha insistido en que la posibilidad de que España acuda al MEDE, que es el fondo que se usó para los rescates de Grecia, Irlanda o Portugal en la Gran Recesión, no implica que España vaya a pedir un rescate. En 2012, Mariano Rajoy rechazó que España hubiera pedido un rescate, un asunto central de la política en ese momento. Sánchez ha recordado ese debate para negar que se pueda comparar con la situación actual. “Rescate sí hubo entonces, al sector financiero. Estas líneas precautorias del MEDE nada tienen que ver con un rescate, porque la única condicionalidad es que se destine a gastos sanitarios. Si tiene necesidad el Gobierno de España las utilizará. Y ya le adelanto que sí vamos a pedir el fondo SURE para cubrir los gastos de los ERTE”, ha avanzado. Esto es, si no hay condiciones como hacer ajustes, bajar salarios públicos, tocar pensiones o subir impuestos, al contrario de lo que pasó en la Gran Recesión, Sánchez cree que no se puede considerar un rescate.
Sánchez también ha descartado indirectamente la posibilidad de aprobar un impuesto a la riqueza como plantea Unidas Podemos. Ha insistido cuando le han preguntado sobre este asunto en que “la hoja de ruta es programa de Gobierno firmado entre el PSOE y Unidas Podemos”, y en ese texto no está el nuevo impuesto que plantea Pablo Iglesias.
