“El Camino de Santiago de Gran Canaria ofrece al peregrino una experiencia única, a través de unos parajes incomparables que les llevarán desde la costa y a través de un paisaje paradisiaco con kilómetros de dunas, hasta el interior de la isla, en medio de un paisaje volcánico”, expuso Elena Espino, concejala de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, en el coloquio organizado por la XXIX Universidad de Verano de Maspalomas, para hablar sobre la ruta del Camino de Santiago de Gran Canaria, junto a Carlos Ruiz, concejal de Patrimonio Histórico e Identidad y Educación del Ayuntamiento de Gáldar, que estuvo moderado por Michel Jorge Millares, director accidental de la Universidad de Verano de Maspalomas.
Elena Espino destacó que el Camino de Santiago en Gran Canaria, la única ruta jacobea fuera del territorio peninsular, tiene un gran valor como riqueza natural, cultural, histórica y etnográfica. “En medio de ese paisaje semidesértico y volcánico se encuentran oasis de palmeras canarias y una alta variedad de flora y fauna endémica, que otorga al paisaje una entidad propia única”.
La concejala responsable de Patrimonio Histórico habló de todos los valores que puede conocer el peregrino a su paso por el municipio de San Bartolomé de Tirajana, desde el inicio de la ruta en el Faro de Maspalomas, “un monumento cuya construcción, por el ingeniero Juan de León y Castillo, se inició en 1884 y finalizó en 1889, declarado BIC en la categoría de Monumento histórico en 2005. El faro se iluminó, por primera vez, el 1 de febrero de 1890, realizó una gran labor como guía de los viajeros y se ha convertido en un símbolo para Maspalomas”.