Un total de 395 sanciones es lo que ha impuesto la Policía Local de Santa Lucía desde el 1 de enero de 2021 por incumplimiento de las normas de prevención y contención de la pandemia de la COVID 19. Desde el 14 de marzo, fecha en la que el Gobierno estatal decretó el Estado de Alarma y el confinamiento hasta este jueves 18 de febrero las denuncias impuestas por incumplimiento de las diferentes normativas en el municipio de Santa Lucía superan las 2.200, más del 87% de estas denuncias fueron interpuestas por la Policía Local de Santa Lucía, el 12% las realizó la Guardia Civil y el 0,5% la Policía Canaria.
Durante los meses de confinamiento la Policía Local también ha realizado tareas informativas a los propietarios de establecimientos de restauración y hostelería sobre los decretos municipales de instalación y ampliación de terrazas, también colaboraron en la entrega de ordenadores de instituciones públicas a familias del municipio y en algunos servicios con las personas mayores. Otras tareas ha sido la colaboración con las autoridades sanitarias en el seguimiento de personas que no estaban cumpliendo la cuarentena.
Entre el 13 de junio de 2020 y este jueves 18 de febrero la Policia Local ha realizado un total de 1098 denuncias, la mayoría de ellas, un total de 532 por el incumplimiento de la obligación del uso de la mascarilla o el uso inadecuado de la misma, le siguen en este periodo, 328 denuncian por la participación en reuniones, eventos o cualquier tipo de acto en espacios públicos o privados en los que se incumplieron las restricciones legales, además hubo 159 sanciones por incumplimiento del estado de alarma nocturno (confinamiento o limitación deambulatoria nocturna). Otro dato destacado son las 34 sanciones por el consumo en grupo de alcohol en la vía público en número superior a 10 personas.
El concejal de Seguridad, Francisco García, destaca que “ayer por la tarde se sancionaron a 55 personas por el uso inadecuado de la mascarilla, este es un ejemplo de los comportamientos irresponsables”. El edil añade que “No nos gusta tener una policía represora, al contrario, la policía tiene que contactar con los vecinos y vecinas para hacer las recomendaciones adecuadas de las situaciones que muchas veces cambian cada 15 días, pero hay veces que nos vemos obligados de tener que sancionar por esta circunstancia, porque no podemos permitir que una minoría juegue con la salud de todos”.
