Se estima que alrededor de 200.000 personas en Canarias sufren migrañas, en algunos casos episódicas y en otros casos de forma recurrente y muy discapacitante.
Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas celebra estos días la ´Semana de la Migraña`, unas jornadas en las que se presentan los resultados del ´Atlas de la Migraña en España` un proyecto impulsado por el grupo de investigación Health & Territory Research (HTR) de la Universidad de Sevilla, la Asociación Española de Pacientes con Cefaleas (Aepac) y la Sociedad Española de Neurología, en colaboración con Novartis.
La importancia de este informe radica en que, por primera vez, se realiza desde la perspectiva del paciente. Se trata de un estudio que evidencia las circunstancias reales de la vida de las personas que sufren migraña, analiza el impacto social, laboral y emocional.
“La migraña es un trastorno prevalente que se caracteriza por dolor de cabeza, aunque no sólo se manifiesta con dolor de cabeza. Genera mucha discapacidad, curse o no con dolor, y afecta de forma decisiva al paciente que pierde actividad laboral y social. Esta limitación provoca frustración y empeora todo el contexto de la migraña”, explicó el doctor Ayoze González, jefe de Neurología de Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas de Gran Canaria.
La migraña viene ocasionada por una disfunción del Sistema Nervioso Central, y aunque no genera un pronóstico grave a largo plazo, sí provoca una discapacidad diaria por la pérdida de funcionalidad de los pacientes que durante una crisis no pueden continuar con sus tareas habituales.
Otras manifestaciones asociadas a la migraña son, por ejemplo, trastornos del sueño, trastornos de la concentración y trastornos del ánimo, añadió el especialista.
Las migrañas se clasifican en dos grandes grupos en función de su incidencia. Si los dolores de cabeza se repiten menos de 15 días al mes hablamos de migraña episódica. Si se repiten más de 15 días al mes es una migraña crónica.
Pero las migrañas de distinguen también en función de la manifestación de otros síntomas como la pérdida de visión, el hormigueo o la dificultad para hablar durante la crisis.
En este sentido se pueden distinguir dos tipos de tratamiento: aquel que persigue mitigar el dolor en el momento en que se produce (analgésicos como el ibuprofeno o el naxopreno) y aquel que busca prevenir, evitar que se desencadene el cuadro de la migraña.
Hasta la actualidad, el tratamiento preventivo se desarrollaba a través de fármacos que, si bien están indicados para otros procesos, se ha descubierto que también ayudan con las migrañas, abundó el doctor González. El sector sanitario está a la espera de que, en breve, la comunidad científica ponga en el mercado un tratamiento específico para la prevención de la migrañas.
La ´Semana de la Migraña` en Hospitales Universitarios San Roque se ha sumado a las acciones que difunden las características de esta enfermedad, incluyendo una charla abierta al público en la que los pacientes han podido conocer más de cerca esta enfermedad, descubrir sus características y las posibilidades de tratamiento.
