Hace ya un par de semanas que nos encontramos inmersos en la época estival, y con ella comienzan a ver la luz un gran número de actividades veraniegas. Los centros educativos, como la Universidad de Maspalomas, ofrecen cursos de formación durante estas fechas, mientras que las asociaciones y centros cívicos hacen lo propio con actividades lúdicas dirigidas especialmente a los jóvenes. Estas y otras muchas iniciativas, como la puesta en marcha de cines de verano o conciertos al aire libre, son algunos de los emblemas de esta época del año.
No obstante, en Las Palmas se esperaba con ansia la llegada del verano por un motivo muy especial: la apertura del mercado gastronómico del Street Market del barrio de Triana. Desde el anuncio de la puesta en marcha del proyecto, este gastromercado ha generado gran expectación, pues acerca la esencia de los mercados callejeros de Estados Unidos al centro de la ciudad. Del país americano hemos importado, en los últimos años, una gran variedad de ideas y conceptos empresariales. Así, además de negocios completamente integrados en nuestro país, como los centros comerciales, las grandes superficies, las cadenas de comida rápida, como las grandes cadenas de BK o McDonald´s, las lavanderías de autoservicio o los casinos, cuya cultura popular está íntimamente ligada al gigante americano, también han llegado hasta nosotros nuevas modas gastronómicas. Dos de las que han tenido mayor impacto en los últimos tres años son los bares especializados en todo tipo de cereales y los “food trucks” o puestos de comida ambulantes.
Ahora, la última novedad culinaria en llegar a Las Palmas se materializa en el gastromercado del Street Market de Triana, cuya inauguración tuvo lugar el pasado 12 de julio, reuniendo a cientos de personas. Ubicado en un precioso edificio de principios del siglo pasado que ha sido remodelado para la ocasión, este mercado gastronómico cuenta con un total de tres plantas en las que se ubican diferentes puestos de comida. Así, la planta baja, con acceso directo a la calle, cuenta con un amplio espacio con diversas barras que ha sido pensado como una zona de picoteo. En la primera planta, por su parte, se encuentran tres puestos en los que se puede degustar una amplia variedad de elaboraciones, entre las que destacan especialmente platos de la cocina tradicional canaria. Además, en esta zona se encuentra un puesto de coctelería y otro que ofrece a los visitantes la oportunidad de probar algunos de los mejores vinos del país.
Los puntos fuertes de este gastromercado se encuentran en la segunda planta, que es la que ha sido reformada recientemente. En ella se ubica El Sibarita, puesto que ofrece una de las mejores cartas de bocadillo de jamón ibérico, y Atipyko, especializado en pintxos que logran trasladar al comensal a las calles de San Sebastián. También en esta planta se encuentra The Mojos & Papas, que destaca a su vez por una elaborada carta de platos tradicionales desde la visión de la cocina moderna. Además, una gran barra, en la que poder disfrutar de copas y cócteles, corona esta planta, en la que también se encuentra La Barra del Muelle, especializado en comida peruana, y Texturas de Chocolate, centrado en la repostería.
Con la puesta en marcha de esta iniciativa, que triunfa también en otras ciudades españolas como Santiago de Compostela, en la que ya hay dos mercados similares (Boanerges y La Galiciana), los impulsores del proyecto apuestan por la unión en un mismo espacio de gastronomía y ocio. Un gastromercado que está pensado para un público muy heterogéneo, ya que no solo se plantea como un punto de reclamo para los turistas que recalan en Las Palmas, sino también para todos los isleños amantes de la buena cocina.
Con un horario de 10:00 de la mañana a 01:00 de la madrugada de lunes a jueves, y hasta las 02:00 de la madrugada de jueves a sábado, este mercado espera convertirse en un lugar de peregrinación para todas aquellas personas que pasen la época estival en Las Palmas.
