SAN FERNANDO
Fermín; Andrés, Fran Ramírez, Israel, Echedey; Eduardo, Medina, Amado; Quintero (Éleder, 25´), Ayoze y Fede Manzi (Javi Navarro, 85´).
BUZANADA
Edwing; Iván Díaz (Juan, 84´), Édgar, Erwin, Facu; Ramsés, Borjita, Benito, Ayoze; Arturo y Pepo (Lionel, 46´).
ÁRBITRO
Anibal Jiménez Suárez. Amonestó a los locales Ayoze, Eduardo y Medina; y por los visitantes a Pepo, Arturo y Juan.
GOLES
1-0 (37´): Amado.
Césped artificial en perfectas condiciones. Tarde agradable. Presenciaron el encuentro unos 90 espectadores. Se realizó un saque de honor por parte de José Andrés López Calzada, un aficionado bilbaíno que anima al conjunto insular en los partidos de promoción lejos de la Isla. Además se guardó un minuto de silencio por los fallecimientos de los abuelos de Fede Manzi y Héctor Marrero.
El San Fernando logró un triunfo vital. Ese que le permite acabar el año fuera de los puestos de descenso de categoría. Todo ello gracias a su triunfo ante el Buzanada, el cual estuvo cimentado en el solitario tanto de Amado.
El primer tiempo comenzó con bastantes dudas en los dos conjuntos. La posición en la tabla y el miedo a perder estaban pasando factura a los protagonistas sobre el verde. Se tuvo que esperar hasta el minuto 17 para presenciar e primer disparo a portería. Fede Manzi controló en la frontal del área y disparó con fuerza. Obligando a Edwing a realizar una gran estirada.
Los grancanarios volverían a avisar poco después. Al filo de la media hora de juego, Ayoze estrellaba el cuero contra el poste derecho de la meta del conjunto tinerfeño. La fortuna le volvía a ser esquiva a los locales.
Todo esto cambiaría en el minuto 37. Ahí, un saque de banda largo de Echedey fue prolongado en el primer palo por Ayoze. Fue entonces cuando apareció, desde segunda línea, Amado para anotar a placer.
Tras el paso por vestuarios, la dinámica del encuentro cambió por completo. El Buzanada se volcó en busca de la igualada, pero se topó con un más que inspirado Fermín. El arquero del San Fernando se convirtió en un auténtico muro infranqueable para los tinerfeños.
Así las cosas, el meta insular realizó grandes paradas de mérito a sus rivales. La mejor de ellas llegaría en el minuto 71, ante un tiro de Arturo que se marchaba directamente a la escuadra. Fue en ese entonces cuando una mano – inverosímil – del meta salvaba a los suyos.
Ya en los instantes finales, la mala fortuna se cebaba con los visitantes; ya que Efrén estrellaba su disparo en el travesaño.