Ha sido un día muy duro desde primera hora de la mañana cuando se conocía que el grupo de migrantes que llevaban 70 horas en el muelle de Arguineguín, con 12 casos positivo por coronavirus de los últimos 71 migrantes llegados iban a ser trasladados al aula de la naturaleza de Tunte, donde en ese momento las instalaciones estaban ocupadas desde hacia tres meses por 80 migrantes que se habían integrado en la sociedad tirajanera.
Los vecinos ante esta información se movilizan, e intentan conocer porque se quiere poner en riesgo a una población que mayoritariamente es mayor, con el desplazamiento de los que estaban por los últimos que habían llegado y que tenían que pasar una cuarentena de 15 días por haber convivido con los 12 afectados por Covid-19.
La falta de respuesta por parte de Delegación de Gobierno, el comunicado del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana mostrando su rechazo a la falta de información en un tema tan delicado, ni tan siquiera una comunicación de lo que se pretendía hacer, es lo que moviliza a los vecinos de pueblo en defensa de su salud.
La medida que se toma ante la falta de explicaciones es la de montar barricadas con los contenedores y recipientes de reciclado, para impedir el paso de los vehículos al aula de la naturaleza. Pero el poder de la “ley” se impone con su sin razón, con las fuerzas de seguridad del estado, liberando los accesos al aula a base de empujones y algún que otro porrazo, consiguen desalojar a un pueblo, que lo único que pedía era una explicación lógica de porque les quitaban los migrantes que estaban integrados y les traían otros susceptibles a poder contagiarles de Covid-19
Como un guion de película y a pesar del grito de “el pueblo unido jamás será vencido” las fuerzas policiales rompen el cordón vecinal y cumplen la misión de dejar a los migrantes en cuarentena en Tunte.
Uno se pregunta donde está la solidaridad de Gran Canaria. San Bartolomé de Tirajana, municipio motor económico de la isla, soporta todo lo que nadie quiere, pero no son capaces de decirlo. Machacadora, Piconera, Centro Medio Ambiental (vertedero), Centro Penitenciario, Central Térmica y por si fuera poco municipio de acogimiento de migrantes, con o sin covid-19. Se puede decir más alto pero no más claro. Basta ya, ni una más.