El Cabildo de Gran Canaria propone a los escolares rescatar la celebración del carnaval tradicional canario en los centros educativos y realizar una representación de una rueda de rancho para ahondar en la tradición de los ranchos de ánimas de la Isla, todo ello con el objetivo de preservar estas dos manifestaciones de cultura popular.
Para conseguir esta finalidad, el Cabildo ha elaborado cuadernos didácticos y guías de aprendizaje para Primaria y Secundaria, al igual que ya lo hizo con los juegos tradicionales, el carnaval tradicional de Gran Canaria y con el Día de los Finados, explicó la consejera de Artesanía, Minerva Alonso, durante su presentación.
Este material de divulgación ha sido confeccionado por la Fundación para la Etnografía y Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) para ofrecer herramientas de apoyo didáctico y materiales de trabajo tanto al profesorado como a las Ampas de los centros educativos de la Isla, detalló la directora gerente de la Fedac, Águeda Hernández.
Alonso recordó que la Fedac comenzó en 2015 un proyecto de divulgación de la cultura tradicional con distintas estrategias, y una de ellas es llegar a los más jóvenes para que conozcan las tradiciones y señas de identidad de Gran Canaria.
Por un lado, el cuaderno del Carnaval Tradicional en Canarias es un monográfico que incluye las principales celebraciones del Archipiélago que aún mantienen las costumbres de antaño, Los Buches y Diabletes de Lanzarote, los Achipencos de Fuerteventura, los Cabritillos en el municipio grancanario de La Aldea, el Mataculebras y el entierro de Sansusino en Tenerife, los Diablos de Tigaday en El Hierro, los Empolvados de La Gomera y Los Indianos en La Palma.
Las guías de aprendizaje han sido confeccionadas para el alumnado de 5º de Primaria a 2º de ESO, y proponen una investigación sobre las diferentes manifestaciones del Carnaval para que puedan ser recreadas por los estudiantes y compartidas por todo el alumnado de cada centro escolar, porque “existe otro Carnaval que está muy vivo en muchos pueblos de las Islas”, destacó Alonso.
Por ejemplo, para los estudiantes de 5º de Primaria propone confeccionar una revista cultural del carnaval tradicional, mientras que para los de 6º de Primaria y 1º de ESO anima a que recreen esta fiesta con la elaboración de una sardina, una piñata, un cartel y hasta máscaras. Y para los de 2º de ESO proponen la realización de un festival carnavalero y una investigación para crear sus propios documentos.
Ranchos de Ánimas, a partir de 3º de ESO
Por otro lado, el cuaderno de Los Ranchos de Ánimas de Gran Canaria surgió como propuesta dentro de la edición dedicada a Los Finados, aunque la ingente información que existe y la importancia de esta manifestación popular llevaron a la Fedac a elaborar una edición independiente destinada a estudiantes a partir de 3º de ESO
Esta edición explica que los ranchos de ánimas están conformados por un conjunto de personas con instrumentos musicales que salían juntos entre los meses de diciembre y febrero, de puerta en puerta, para recaudar fondos para las ánimas, con un repertorio conformado por canciones alusivas a la muerte, la Navidad y la relación social. Lo recaudado era entregado al párroco para celebrar misas en honor a los difuntos.
Las guías de aprendizaje de esta manifestación cultural abordan la cultura tradicional de Gran Canaria y también de Canarias, ya que se trata de una muestra del patrimonio etnográfico que no sido suficientemente estudiada y menos aún tratada en el ámbito escolar.
En la actualidad perviven en la Isla tres ranchos de ánimas, en proceso de convertirse en Bien de Interés Cultural. Dos de ellos de larga tradición, el de Arbejales en Teror considerado por los investigadores como el más puro y el de Valsequillo, y otro rescatado en los noventa del pasado siglo por el Proyecto Cultural de Desarrollo Comunitario de La Aldea.
Tras el estudio de esta tradición, la guía propone al alumnado la puesta en escena de una rueda de rancho como un homenaje y aproximación a esta forma de expresión cultural y lingüística a través de la poesía improvisada y la música coral con acompañamiento. Para ello tendrán que elaborar incluso sus propios instrumentos. El objetivo de esta actividad es explotar los recursos expresivos de los estudiantes y, por supuesto, conocer las costumbres de sus antepasados para que no se olviden.
