El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana proyecta reacondicionar todo el lago del Parque Urbano del Sur y su entorno con un proyecto ambiental de dos jóvenes arquitectos de prestigio de la Universidad de Las Palmas: Pablo Castillo Luna, finalista en la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo de 2018, y su colaborador Ernesto Ibáñez Galindo, galardonado recientemente con el tercer premio en el IX Concurso Internacional ISARCH para estudiantes de arquitectura de todo el mundo.
Para la ejecución de ese ambicioso y moderno proyecto arquitectónico, destinado a mejorar la configuración del lago y todo su entorno, el Ayuntamiento cuenta con una partida presupuestaria de 680.000 euros. Las obras ya se encuentran en fase de licitación pública, y el plazo de presentación de propuestas económicas para las empresas interesadas finaliza a las 14.00 horas del próximo miércoles 16 de enero.
El Ayuntamiento afronta este proyecto de renovación del lago del Parque Urbano del Sur, uno de los más grandes de la Isla con sus 5.227 m², para corregir su paulatino deterioro y superar definitivamente las distintas deficiencias de impermeabilización, oxigenación del agua y proliferación de fauna que lo afectan tras más de quince años ininterrumpidos a pleno servicio.
La propuesta arquitectónica y medioambiental que se propone ejecutar en el estanque también destaca porque modernizará toda su zona de influencia directa ampliándola hasta los 8.227 m², dándole al espacio libre que lo circunda una nueva imagen y un mayor uso lúdico, con nuevas áreas ajardinadas y zonas de estancia dotadas de mobiliario urbano para un mayor disfrute de los vecinos.
En ese sentido, el proyecto prevé una modificación y renovación de la actual balsa, que quedará totalmente perimetrada e impermeabilizada con fondo y muro de hormigón armado, y su vaso dotado con un sistema de recirculación y dosificación de cloro y un circuito cerrado para la renovación permanente del agua para garantizar sus condiciones de salubridad.
Zonas de descanso
La lámina de agua mantendrá un volumen de 3.000 m³ y una profundidad máxima de 0,95 metros. También se contempla la sustitución del actual puente de madera que la atraviesa y que requiere un mantenimiento constante y más costoso por otro de hormigón apoyado sobre pilares, protegido con barandillas diáfanas de acero.
En las nuevas zonas ganadas para el disfrute vecinal, además del mobiliario urbano de descanso se instalarán pérgolas generadoras de sombras, dotadas en sus anillos con un sistema de microaspersión de agua atomizada mediante nebulizadores.
Se estima que los trabajos necesarios para ejecutar este proyecto de renovación y modernización del lago se ejecuten en un plazo no superior a seis meses una vez que se inicien.
