Según ha publicado el periódico La Provincia, el 30% de los 511 alumnos que durante el curso pasado estudiaron en la Escuela Municipal de Música de Maspalomas se quedará sin clases este año. Al menos, por ahora, hasta que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana logre encontrar una fórmula de gestión del centro, después de que el pasado 31 de diciembre venciese el contrato de la empresa que gestionaba la escuela. Ello afectará a los alumnos de las aulas de música clásica y moderna, los grupos minoritarios, mientras que sí tendrán opciones de recibir clases los alumnos de folclore.
El bloqueo administrativo es absoluto: el contrato con la empresa que gestionaba el servicio está vencido, no hay posibilidad de prórroga y la existencia de una serie de demandas laborales, algunas con sentencia firme, dificultan la adjudicación del contrato a otra empresa externa.
Todas las aulas de este centro deberían arrancar a principios del próximo mes de octubre, sin embargo no será así. Y ello afecta a todos los usuarios que solicitan plaza en alguna de las actividades que imparte la escuela. Durante el curso anterior se matricularon en el centro 511 personas, de las cuales el 70%, 358 alumnos, optó por el aula de folclore, mientras que el 30% restante lo hizo por otros estilos como la música clásica o la música moderna.
Comisión de estudio
Para intentar sortear esta situación y que la encrucijada administrativa tenga el menor efecto negativo posible, el consistorio tirajanero tiene previsto iniciar el próximo mes de octubre varias aulas de folclore, la actividad más demandada por los usuarios, con cuatro profesores que ya están en la plantilla municipal.
Así, según informó ayer la concejala de Cultura, Elena Espino (NC), en octubre arrancarán las aulas de folclore en las casas de cultura de San Fernando de Maspalomas, El Tablero, se unificará a los alumnos de los barrios de Juan Grande y Castillo del Romeral, y se alcanzarán barrios donde hasta ahora no se impartían este tipo de actividades como el casco de la villa, Tunte.
Para desbloquear la situación, el Ayuntamiento llevará al próximo Pleno Ordinario, que se celebrará a finales de este mes, una propuesta para crear una comisión de estudio que valorará la opción más viable: asumir la gestión directa de la Escuela de Música, elaborar un pliego y volver a adjudicarlo a una nueva empresa o la gestión mixta de este servicio. En esta comisión estarán integrados representantes de todos los partidos, incluida la oposición, además de los técnicos municipales.
La concejala de Cultura, Elena Espino, mostró ayer su preocupación por la continuidad de la escuela. "Intentaremos que todas las actividades estén en marcha lo antes posible, aunque vamos a tardar unos meses", dijo, "el gobierno anterior debió sentarse y valorar el problema".
Por su parte, la concejal responsable del área de Cultura y Acción Social durante el mandato anterior y actual portavoz de Agrupación de Vecinos-Partido Popular en la oposición, Elena Álamo, explicó ayer que su gobierno trabajó para lograr la municipalización de la gestión del centro. "Iniciamos todas las consultas; no es un tema de fácil solución", sostuvo, "la voluntad política de salvar la situación existe". Por ese motivo, Álamo será una de las miembros de la comisión. "Tenemos que encontrar una solución porque es un servicio muy demandado por la población", apuntó, "y el aula de folclore es la que más alumnos mueve".
