A medida que se acerca el 26 de mayo, es decir, día clave para las votaciones municipales, insulares, autonómicas y europeas; dicho en otras palabras, votaremos a nuestra posible alcaldesa o alcalde, a nuestro posible presidente a El Cabildo, nuestro posible presidente de comunidad Autónoma Canaria y a los/as representantes europeos en Bruselas. Además, sabiendo que les brindamos la capacidad de negociar y pactar, entres ellos, en sus respectivos espacios de gobierno y jugar a la aritmética del "poder" o gobernanza. En fin, son las reglas del juego democrático.
Ahora bien, previo a eso nos veremos inmersos en esa actividad donde los grupos políticos, en su afán de hacernos cercanos a sus candidatas/os a la alcaldía (y otras instituciones) junto a su plantel electoral, tratan de influir en la intencionalidad del voto de cada uno de nosotros y nosotras, más bien, en aquellos y aquellas que aún no han decidido la opción más cercana o convincente.
Asistiremos a una explosión de exaltación de las emociones y sentimientos de cercanía y familiaridad con cada uno de nuestros entornos e identidades culturales y sociales. Asistiremos a una masiva promoción online que inundará nuestros móviles, facebook, twuiter, instagram... con tanta rapidez que no nos dará tiempo a verlos todos el mismo día.
En esos vídeos, nos resaltarán los valores individuales que definen a cada candidato/a que forma parte de una plancha electoral y de sus dotes de honradez, buena persona, responsabilidad, solidaridad y entrega en mejorar la condiciones en las que se encuentra nuestros barrios, pueblos, ciudades, islas y archipiélago... a nivel cultural, social, económico...
A todos y todas, las que se encaminan, en estos próximos cuatros años, a ser parte del patio electoral, como miembros de planchas electorales, se les presupone esa honradez, buena persona, responsabilidad, capacidad de gestión, solidaridad, formación, experiencia laboral y entrega en mejorar las condiciones de nuestro municipio. De lo contrario, partirían con el enemigo en casa. Atendiendo a esos principios y dado que son los "elegidos" para esta nueva etapa; desearles que estén a la altura de las circunstancias.
Ahora bien, cuando hablamos de política y, concretamente, como votantes queremos saber más cosas que nos permitan ir más allá de las emociones con las que adornan las promociones de los candidatos/as. Entre las cosas que queremos conocer son los programas que cada partido lleva argumentando y justificados desde sus áreas de actuación. Igualmente, como ciudadanos/as y vecinos con capacidad de votar y de decidir queremos un debate de los representantes políticos a la alcaldía de San Bartololmé de Tirajana, dónde se ponga sobre la mesa, las líneas que se quieren abordar y se manifieste de una manera ordenada y coherente las acciones que se plantean para los próximos cuatro años y los motivos por los que un partido, es garantía de la confianza del voto y otro no.
Son muchos los temas de interés para el futuro del municipio. A nadie se le escapa la importancia de Maspalomas en su dimensión europea e internacional.
San Bartolomé de Tirajana, su gente, vecinos y vecinas, los inversores, los agentes sociales quieren un municipio a la altura de sus mejores candidatas y candidatos. La renovación generacional llegó a las diversas fuerzas políticas. Ahora hay que sumar un paso adelante mostrando los programas políticos más allá del show promocional entre los afines de sus propias siglas. Llega el momento de los debates abiertos en radio o televisión. ¿Están dispuestos los candidatos y candidatas a ésto? ¿Existe alguna medio de comunicación que abra la puerta a este debate? ¿Se puede gestionar desde la diversos salones de actos que existen en nuestro municipio? ¿Qué grupos políticos deben estar representados?