Sea cual sea el resultado electoral hay dos certezas para el motor turístico de Gran Canaria, Marco Aurelio dejará de ser el alcalde y no habrá mayoría absoluta del PP.
El PP-AV no podrá revalidar su mayoría por tres factores. Primero ha sufrido el desgaste de ocho años de gobierno y su principal líder no se presenta a la alcaldía. Segundo, el PP atraviesa su peor momento y por primera vez en la historia ha conocido su suelo electoral estas generales con 3.500 votos, tendencia que no se recuperará en 30 días. Tercero la irrupción de dos nuevas fuerzas de derecha en el municipio Ciudadanos y Vox, unido al crecimiento que ha experimentado Coalición Canaria nutriéndose básicamente de votantes de AV hace matemáticamente imposible revalidar una mayoría de 13 concejales que ya es muy justa.
Todo apunta a que el PSOE será la fuerza más votada con la incertidumbre de cuanto concejales conseguirá, actualmente se mueve entre los 7 pudiendo llegar hasta los 11, con Nueva Canarias en horas bajas y un pésimo resultado en las generales que augura una perdida de 1 ó 2 concejales y Podemos que parece estable y repetirá sus 2 concejales tras su resultado municipal en las generales.
Por tanto se presentan las siguientes incertidumbres ¿Hasta dónde caerá el PP-AV? y ¿Hasta dónde crecerá el PSOE?
Bien es cierto que en San Bartolomé de Tirajana se vota “a caballo ganador” y como ha repetido Elena Álamo en cada una de sus intervenciones como eje de su discurso en esta campaña “la gente quiere una mayoría para gobernar el municipio” no se descarta que el PSOE alcance la mayoría absoluta si consigue mil votos más que en las generales.