Lo de la cementera del Pajar es algo difícil de entender, no tanto por la complejidad que el tema pueda tener, que la tiene, cuanto por la falta de un verdadero plan de desarrollo y transformación de una zona que está llamada a dotar a nuestra isla de unas infraestructuras turísticas de altísimo nivel que generarían muchos puestos de trabajo y muchos ingresos para muchas pymes y autónomos.
Esta mañana, cuando escuche al consejero Franquis en su rueda de prensa, después de una reunión de trabajo, pensé que el tema estaba encauzado ya que se explicó que en el plazo de seis años la cementera se trasladaría al Polígono Industrial de Arinaga, dándole al puerto un uso compartido durante esos seis años. A mí me pareció un periodo un poco largo, pero pensé que la complejidad técnica del tema lo requería, así que pensé, como he dicho mas arriba que el tema estaba en vías de solución.
Nada mas lejos de la realidad, la Cementera ha distribuido esta tarde un comunicado del siguiente tenor: “Ante las declaraciones realizadas por el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda, Sebastián Franquis, en la rueda de prensa celebrada esta mañana:
• CEISA desmiente que, en la reunión mantenida ayer entre el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda, Sebastián Franquis, y el coordinador general de CEISA, Claudio Piernavieja, se haya acordado ningún futuro traslado de la fábrica, que desarrolla su actividad en terreno propio.
• CEISA tiene plena voluntad de diálogo y consenso, como ya se ha manifestado en múltiples ocasiones, y está abierta a analizar cualquier propuesta que le permita seguir realizando su actividad industrial como viene haciendo hasta ahora”.
Es decir que o se sigue como hasta ahora o no hay acuerdo.
Todo plan de desarrollo y estrategia turística para la zona requiere el traslado de la fabrica de cementos a otra zona no turística, siendo la mejor, por descontado, el Polígono de Arinaga.
Esa zona de la cementera está llamada a ser una magnífica infraestructura turística, tanto alojativa como de ocio y restauración que multiplicará por diez el número de puestos de trabajo existentes y generará una importante riqueza, no solo para esos trabajadores y autónomos sino para toda la zona del Sur de Gran Canaria, pudiendo llegar a ser, si se hacen bien las cosas un magnífico reclamo turístico para la isla.
Como ha dicho Franquis es un tema de Isla, y estoy de acuerdo con él, piensen mas en Gran Canaria y menos en los intereses particulares de cada uno.
Ninguno debe perder y Gran Canaria debe ganar.