La presidenta del Observatorio nacional contra la Violencia Doméstica, Ángeles Carmona, informó hoy en el Cabildo de Gran Canaria de que apenas un dos por ciento de las denuncias las inician los amigos o familiares de las víctimas de violencia de género, algo muy importante para acabar con esta lacra que sin embargo si cuenta con la denuncia de vecinos, que de forma anónima ponen en marcha la intervención de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Carmona pidió abandonar el mito de que la violencia de género sea un delito privado porque implica a toda la sociedad, tanto a mujeres como a hombres, y la detección desde el propio trabajo se perfila como igualmente necesaria, por lo que hoy participó en el Cabildo en sus Jornadas sobre el Protocolo para la Detección y Tratamiento de Situaciones de Violencia de Género en el Trabajo, promovido por la Asociación Española de Auditores Sociolaborales, y cuya certificación de adhesión entregó al presidente insular, Antonio Morales.
Inauguradas también junto a la consejera de Recursos Humanos, María Isabel Santana, y la consejera de Igualdad, María Nebot, Carmona recordó que la violencia es de los pocos asuntos que en democracia ha logrado un Pacto de Estado, y ahora precisa la implicación de toda la sociedad. “No podemos volver la cara cuando vemos que hay una víctima, tiene que sentirse acompañada y protegida para que denuncie, todos tenemos que estar implicados”, manifestó.
España ha dado pasos agigantados y ha ampliado el concepto de violencia de género, y en ese contexto de implicación “las empresas tienen que ser conscientes de que las mujeres de su organización deben sentirse seguras y apoyadas, y para ello cuenta con medidas legales” como poder modificar su puesto de trabajo, horarios y otras cuestiones que la víctima también debe conocer como derechos propios.
Carmona elogió la adhesión del Cabildo porque “los compañeros de trabajo son muchas veces los primeros que se dan cuenta” de la existencia de un problema de este calibre y este Protocolo establece el mecanismo para que de forma confidencial la mujer pueda ser protegida y ayudada para que dé el paso de denunciar.
“Cada muerte es un fracaso del sistema, y todo lo que hagamos para prevenirlo está justificado”, exclamó Carmona, quien puso el acento en la preocupación generada por el aumento de la violencia de género en la adolescencia, con niñas de 13 a 15 años que ni son conscientes de que son víctimas de maltrato ni de que los celos y el control son los primeros signos de la existencia de este problema.
Desde el Observatorio “proponemos la necesidad de invertir mucho en formación, desde los tres años tienen que estar recibiendo mensajes por la igualdad, para la resolución pacífica de conflictos y contra la violencia, hay que difundir que es un problema de toda la sociedad, que es una lacra que sin el granito de arena de cada persona, difícilmente podremos erradicarla”.
Antonio Morales explicó que este encuentro da continuidad a un proyecto de trabajo que figura como compromiso del Gobierno insular, pionero en aprobar protocolos y actuaciones relacionadas con la prevención de la violencia de género, y que comenzó con la creación de la Consejería de Igualdad al inicio del mandato.
Así, la jornada, dirigida al personal de las áreas de Recursos Humanos, Igualdad y Violencia de Género del Cabildo y los 21 ayuntamientos de Gran Canaria, incluyó la ponencia sobre la situación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género a cargo de María Ángeles Carmona, y la conferencia sobre el procedimiento de prevención e investigación del acoso de la presidenta de la Comisión de Igualdad de la Asociación Española de Auditores sociolaborales, María Ángeles García.
Además, la magistrada del Juzgado número 2 de Violencia de Género de Las Palmas de Gran Canaria, María Auxiliadora Díaz, disertó sobre el Convenio de Estambul y las medidas de protección, y técnicos de Recursos Humanos del Cabildo explicaron los detalles del Protocolo.
El documento tiene entre sus objetivos la tolerancia cero con la violencia contra las mujeres, sensibilizar al personal para que adopten una actitud proactiva, informar y formar al personal sobre los derechos en materia laboral que amparan a las mujeres trabajadoras que sufren violencia de genero, y prevenir la violencia.
