El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha adjudicado el servicio de captura y control de las palomas y tórtolas sueltas en los ámbitos urbanos de este municipio a la empresa especializada Trulema Fumigadora SL por un importe total de 19.256,79 €.
Al procedimiento de licitación pública que el servicio de Contratación de este ayuntamiento tramitó con carácter abierto y 26.000 € se presentaron cuatro empresas: Radical Clean SL, Eulen SA, Flodesín SL y la entidad que finalmente resultó adjudicataria por presentar la oferta más ventajosa y con el precio más bajo. Trulema, cuenta con cerca de 30 años de servicios para distintas administraciones públicas del Archipiélago, entre ellas la captura de palomas para el consistorio de la capital tinefeña durante más de 9 años.
La adjudicación de este necesario servicio se realiza por dos años, con la posibilidad de establecer otros dos de prórroga, con la finalidad de protocolizar un procedimiento de actuación prioritaria para la captura y control de las plagas de palomas (Columba livia) y tórtolas turcas (Streptopelia decaocto) en los llamados ‘puntos calientes’ por su mayor incidencia, dentro de las poblaciones urbanas de El Tablero, San Fernando de Maspalomas, Castillo del Romeral y Juan Grande, y en cualquier otro sitio del resto del municipio, informa el concejal de Sanidad y Salud Pública, Francisco Pérez López.
La operatividad del servicio se desarrollará a lo largo de todo el año, con un calendario de actuaciones de enero a diciembre abierto a las incidencias que surjan y las necesidades operativas que puedan plantearse en cada momento, con el objetivo de preservar la salud de la población e ir erradicando los problemáticos efectos que tienen estas plagas de aves sueltas e incontroladas en los entornos vecinales y en los espacios públicos, afirma el edil Francisco Pérez.
Plan preventivo
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana está llevando a cabo desde diciembre del año 2016 un plan preventivo de control de estas plagas de palomas y tórtolas para reducir su número y evitar que sigan aumentando. El problema que presentan radica en su proliferación y adaptación al medio urbano. Son aves que se aparean unas cuatro veces al año y sacan un promedio de 10 a 12 pichones, y además se han ido adaptando con mucha facilidad a los espacios habitados debido a la alimentación que les aportan los propios ciudadanos, sobre todo en plazas y parques públicos, pese a ser una medida que está totalmente prohibida en el artículo nº 16 de la Ordenanza Municipal que regula la Tenencia de Animales.
Al respecto, desde la Concejalía de Servicios Municipales que dirige el edil Fernando González Montoro se destaca que estas plagas de aves urbanitas son causantes de un costoso perjuicio material y económico por el grave daño de suciedad y corrosión que causan al mobiliario público en las calles, parques y zonas verdes del municipio, y provocan también trastornos y molestias considerables de suciedad en edificios de comunidades de vecinos y en las propiedades e inmuebles de los particulares. Por su parte, el edil de Salud Pública advierte que son aves que pueden causar problemas sanitarios a las personas e incluso a otros animales, porque son potencialmente portadoras de enfermedades parasitarias e infecciosas.
