La festividad grande de San Bartolomé discurrió este lunes en un ambiente totalmente festivo en Tunte. El patrono del municipio gozó de un acompañamiento masivo en el oficio religioso en el templo tunteño, que tuvo como oficiante al clérigo Gregorio Mateos Barroso, párroco de la Santísima Trinidad, de El Tablero, participando luego de la procesión por las principales calles de Tunte y el tradicional sancocho que los gobernantes municipales ofrecen a vecinos y visitantes. El tiempo fue más benévolo, con unas temperaturas que, siendo altas, fueron llevaderas.
En la ceremonia la religiosa, el oficiante estuvo acompañado en la concelebración por los sacerdotes Fernando Báez (Lomo Magullo), Vicente Santana (Las Huesas) y Juan Santiago Quintana (cuenca de las Tirajanas). En el ámbito institucional presidió el alcalde San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez Sánchez, con la mayoría del gobierno y otros concejales de la Corporación; como representación foránea, el alcalde y teniente de alcalde de Tejeda, Francisco Perera y Ezequiel Rodríguez, y la tercera teniente de alcalde de La Aldea de San Nicolás, Carmen Rodríguez Marrero.
La ceremonia religiosa contó, un año más, con el acompañamiento musical del grupo ‘A mano’, de Maspalomas, especializado en la interpretación de la misa con acordes folclóricos (malagueñas, isas, sorondongos, folías y seguidillas) sirviéndose de guitarra, timple, laúd, tambor, chácaras y caracol, otorgando un especial sentimiento al acto religioso. De igual manera, un grupo de mujeres del pueblo ofrendó a San Bartolomé con productos agrícolas locales.
En el acto central de la homilía, haciendo un símil con las dudas de San Bartolomé con Jesús de Nazaret, el sacerdote Gregorio Mateos hizo un llamamiento a conseguir una sociedad en la que no predomine la incredulidad, instando a los cristianos a evangelizar, a enseñar a vivir sin engaños y dobleces. “Necesitamos gente que se enfrente al mundo y esté decida a transformar la sociedad”.
Al final de la celebración de la misa, el párroco de la zona alta pidió un reconocimiento para Vicente Santana, cura tirajanero que cumple 50 años desde su ordenación, quien a su vez tuvo un bello gesto de recuerdo hacia el sacerdote Luis González, expárroco de Tunte recientemente fallecido en Tejeda, explicando por qué en la concelebración dejó una silla vacía.
Tras la procesión por las principales calles de Tunte, cortejo acompañado por muchísimos fieles bajo los acordes de la Banda Isleña, el ambiente se tornó gastronómico. Con el alcalde Marco Aurelio Pérez a la cabeza, el grupo de gobierno de San Bartolomé de Tirajana se puso a la tarea de servir a los vecinos todos y cada uno de los elementos del sancocho, que ya se está convirtiendo en tradicional en las fiestas patronales.
Acto seguido comenzó una verbena rociada con chorros de agua, para hacer la digestión y mitigar el calor, que ayer no estuvo tan enérgico, tornándose en un poco más soportable. El músico, Manolo, también se encargó del cierre de las fiestas.
