Una médico coordinadora del Servicio de Urgencias Canario (SUC), dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ayudó a los familiares de una mujer, de 70 años de edad, a resolver con éxito un atragantamiento mientras comía en su domicilio.
El incidente se produjo cuando la médico coordinadora del SUC, Sonia García, recibió una alerta procedente de la zona de Cardones, en el municipio grancanario de Arucas, en la que solicitaban ayuda urgente para una señora que se había atragantado mientras comía y no podía respirar.
La médico coordinadora del SUC, de guardia en la sala operativa del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2, tras realizar el interrogatorio correspondiente comprobó que se trataba de un atragantamiento grave y que era necesario actuar de inmediato.
A través del teléfono, dio al alertante las indicaciones de cómo efectuar la maniobra de Heimlich para que éste fuera trasmitiéndolas a otra persona que se encontraba también en la habitación y que iba a ser la encargada de realizarlas.
La doctora García, le indicó que ésta debía colocarse detrás de la afectada, que pusiera un puño cerrado entre el ombligo y la boca del estómago y la otra mano rodeando el puño y que presionara, cinco veces, de manera fuerte hacia dentro y hacia arriba.
Tras concluir la maniobra de Heimlich, el alertante comunicó a la médico que la mujer seguía sin responder y que tenía los labios morados por lo que la doctora indicó que la acostaran en el suelo, boca arriba, para proceder a realizar masaje cardíaco.
Para ello, ordenó que la persona que iba a realizar el masaje cardíaco colocara el talón de su mano sobre el hueso plano del pecho, entre las dos mamas, y con los codos estirados presionara fuerte mientras ella iba contando en alto, marcando el ritmo hasta 30 masajes. Tras finalizarlos le indicó que diera dos respiraciones. Tras concluirlas, el alertante informa que respira y que tiene los labios menos morados.
A continuación, la médico del SUC le indicó que la colocaran de lado, en posición lateral de seguridad y que comprobaran si seguía respirando a lo que responden que sí.
En ese momento, llegó al domicilio la primera de las tres ambulancias, la sanitarizada con enfermero y técnico sanitario, cuyo personal tras valorar a la afectada informó a la médico del estado de la paciente, estable, y se procede a trasladarla a un centro hospitalario para atención especializada.
Además, se anuló el resto de los recursos inicialmente activados, una ambulancia medicalizada y el personal sanitario del centro de salud más cercano que se había activado debido a la gravedad del incidente.
