La feria de turismo más importante de cuantas se celebran en España -FITUR- cierra hoy sus puertas. Junto a la World Travel Market de Londres y la ITB de Berlín la feria madrileña es uno de los grandes escaparates y termómetros del principal sector de nuestra economía. Corren buenos tiempos. En los diferentes pabellones que han llenado IFEMA -Feria de Madrid- se ha respirado mucho optimismo ante las buenas perspectivas que sigue teniendo el mercado turístico una vez superado el tramo más duro de la crisis que empezó a sacudirnos con fuerza en 2007. La coyuntura favorable es global. Los vientos del crecimiento no soplan solo en España; también y especialmente en nuestro caso, en Canarias.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT) los destinos turísticos del mundo recibieron 1.100 millones de turistas entre enero y octubre de 2017. Más de 10.000 empresas de 165 países y regiones de todo el mundo han tenido la oportunidad de conocer estos últimos días las fórmulas más innovadoras de un sector que exige reflejos, capacidad de reacción y anticipación. En esta ocasión con más fuerza si cabe que en ediciones anteriores, las novedades que más atrajeron la atención de empresas y profesionales del sector turístico han estado relacionadas con el uso de la tecnología. Las empresas tecnológicas han mostrado los desarrollos y gestión del Big Data y del marketing. Además, IFEMA LAB5G ha presentado prototipos de aplicaciones que en el futuro funcionaran con tecnología 5G, todavía en proceso de standarización.
Canarias, como viene siendo habitual, despertó el interés de los visitantes. El Archipiélago es uno de los destinos que más atención genera en este tipo de muestras, no sólo por lo que significa la marca Canarias en sí, sino también por el gran trabajo que llevan cabo Promotur, Cabildos, Ayuntamientos, empresarios y profesionales. Ahora bien, este ambiente de optimismo que rodea al turismo en Canarias -en España y en el mundo- requiere de una tensión permanente para que sea sostenible en el tiempo, generando así riqueza y oportunidades de trabajo.
Las condiciones que nos ha dado la naturaleza -el clima, la calidad de nuestro cielo, nuestro mar, el paisaje y la biodiversidad- unidas a nuestras infraestructuras, nuestra seguridad y cercanía respecto al principal mercado turístico del mundo -los ciudadanos europeos- nos colocan en una posición envidiable dentro de los destinos más demandados. La ventaja competitiva que nos ha regalado la naturaleza no la podemos tirar por la borda por la acción/inacción del hombre. Es necesario seguir generando conciencia de la importancia estratégica que el turismo tiene para la economía de las islas. El respeto al medio natural y un desarrollo inteligente que nos permita mantener una oferta competitiva es una de las claves. Las otras están en la formación y en la renovación integral de los espacios turísticos.
La formación de los trabajadores del sector contribuirá a una mejora de la calidad de los servicios que se le prestan a los clientes, redundando tanto en la ocupación como en los precios. Por otra parte, la renovación integral de las áreas turísticas es la tarea más apasionante que tienen por delante las administraciones y los empresarios. Las administraciones canarias -especialmente el Gobierno de Canarias- deben de seguir liderando el proceso de renovación, actualización y, naturalmente, modernización de hoteles, apartamentos, centros comerciales, bares, restaurantes, calles y plazas de las áreas turísticas. Dicho esto, no está de más recordar que la iniciativa privada debe seguir ´retratándose´ y transferir a la mejora de la oferta una parte de los beneficios obtenidos.
El futuro del turismo en Canarias no debe ni puede de depender de lo mal que le pueda ir a otros. La alta ocupación y los buenos precios no pueden fluctuar al ritmo de los acontecimientos que sucedan en el Mediterráneo y en el norte de África. La demanda de Canarias como destino debe de estar apoyada en las magníficas condiciones que nos ha dado la naturaleza, en la calidad del servicio que prestamos y en la moderna y renovada oferta alojativa y de servicios que ofrecemos. El sector debe seguir creciendo pero no de cualquier manera. Hay que crecer bien, con inteligencia y compromiso por parte de todos. De lo contrario, podríamos morir de éxito.