Cada cosa que analicemos hemos de hacerlo en el contexto en el que suceda. Hoy se ven las consecuencias del engaño de las armas de destrucción masiva, las primaveras árabes y la creación del Euro y del BCE.
Por referirme a esto último, les diré que valoren lo que sería una ejecución múltiple una decapitación de todos los responsables de la creación del Euro y la entrega de los estados en manos de la banca privada, en una plaza pública abarrotada y con los medios retransmitiendo...
¿A que sería una salvajada?
Eso han hecho con nosotros, con las empresas públicas y los bancos centrales de cada estado miembro. Lo han hecho el bloque neoliberal europeo, del que son miembros y sirvientes aventajados el PP y el Psoe.
Esto es todo lo que nos interesa del debate partidario. Si la mierda es peor que el olor, ya es cosa de seguir la órbita del régimen. Hay que huir de ese debate, del discurso del régimen, para situarse en otro escenario:
la clave, el mensaje y la herramienta...
Para entender la lección griega es inevitable asumir sus enseñanzas. La primera es que no combatimos contra Tsipras y/o Syryza, sino contra los que deciden, en reuniones casi secretas, como se concentra la propiedad y como se cerca un continente (Europa) para derribar un modelo que no entra ya en los planes.
La segunda es que hay una forma de acceder al gobierno y, en esa misma, que es necesario saber que hacer cuando esto sucede.
La tercera es que no se sale de esta solos, ni corriendo.
Mi opinión particular sobre el papel de Tsipras y Syriza, la reservo, para no ahondar en la enfermedad y empujar en el sentido del remedio. Creo que todos debemos caminar en ese sentido.
Es imposible cambiar las condiciones de sufrimiento que nos imponen a Grecia y a los demás en una mesa de negociación, donde se enfrenta uno a dieciocho, sin una movilización social sin precedentes en todo el territorrio europeo. Y esa movilización no alcanzará a todos los países, seguramente. Hay que abrir los ojos, antes de que nos los trague el mediterráneo, una alambrada o un camión.
Luchamos contra los de las armas de destrucción masiva, las primaveras árabes y los de la creación del feudalismo capitalista europeo. Ese es el contexto: no si los comunistas, o Syriza, tiene la fórmula mágica: no la hay...
La CLAVE de nuestra alternativa es la construcción, gestión y desarrollo de la propiedad pública. De ella, y para ella, deberíamos encontrar la independencia tecnológica, financiera y de defensa.
Solo en ese escenario económico y cultural tendrán salida las demandas sociales empleo y salarios justos, salud y seguridad que el capitalismo abandona definitivamente.
Dentro de la actual Europa es imposible y, aisladamente, una quimera.
Hemos de hacer girar a Europa, o salirnos para construir otra, con aliados europeos y geoestratégicos.
El mensaje que hará crecer la mayoría social -determinada, necesaria y suficiente- es un PROYECTO y no un debate partidario. O terminamos de entender esto o no habremos aprendido la lección de la archifamosa crisis.
No valen, ni el modelo, ni los agentes al uso. Esto no lo arreglan los partidos algunos lo que intentan es eternizarlo que no entiendan que solo una sociedad adulta ejerciendo puede superar las debilidades de unos y las prisas o las ambiciones de otros.
Necesitamos una revolución social en la que los partidos alternativos deben poner todas sus mejores armas, en condiciones de igualdad con el resto de ciudadanos en rebeldía. Esa es la HERRAMIENTA.
Si conseguimos llegar en las próximas elecciones al gobierno en España, las cuentas que nos encontraremos nos pondrán los pelos de punta y, en una primera fase, hay que ingresar más y mejor -controlar a los que defraudan o no pagan- y gastar de otra forma. Los ayuntamientos alternativos están encontrándose en esta tesitura.
Quienes quieran instaurar el pleno empleo hay que esperar deben antes hacer un plan de reparto del desempleo, en el que participe desde Patricia Botín, hasta el apuntador del Club de la Comedia.
Si cualquier empresa o institución, pública o privada, quiere excluir de la rotación por desempleo a cualquier directivo o empleado debe ingresar en las cuentas de la hacienda pública a tal efecto la misma cantidad de salario y cotizaciones sociales que abona mensualmente al directivo o empleado, cada vez que dicho trabajador o directivo no cumplan con su rotación.
Este sería un ejemplo de lo que se puede ir haciendo en la Europa del sufrimiento.
Mientras tanto hay que dejar de seguir moviendo la noria de la mierda y el olor el discurso del régimen y crear comisiones de desarrollo tecnológico y medioambiental, economía social y empresa pública, la revolución energética, de seguridad y defensa, de alianzas geoestratégicas, de voluntariado social, etc, etc.
Los partidos alternativos deben hacer, de este proceso, su contribución a la revolución social.
