La artista canaria Virya Cruz lanza nuevo tema. ‘Corre’: “Al principio, no sabía por qué la escribí. Luego sí. La escribí por todas esas personas que conozco que se esfuerzan, que en situaciones difíciles no se rinden y sacan fuerzas para seguir adelante”.
‘Corre’ es la apuesta más actual de Virya Cruz, en unos años de auténtica emergencia creativa. En septiembre de 2022 firma con Vankiki Records y comienza
a colaborar con Marc Martín, productor de Cristina Aguilera y Don Omar. Junto a Martín y el productor venezolano Armando Drive, también afincado en Canarias y guitarrista de la conocida banda ‘Los Coquillos’, da a conocer ‘Pa’ mí’, su primer disco, y comparte escenario con Paulina Rubio, Vicco o Pastora Soler, en el Mado del Pride de Madrid, en julio de 2023, y sucesivamente aparecen los singles ‘No estoy pa’ ti’, ‘No doy tanto miedo’, ‘Te echo de menos’ y, ya en 2024, ‘Mariposas’.
La última apuesta, la más reciente, este abril de 2024, es ‘Corre’, con Drive en el origen y Martín en el proceso. “Es una canción que nació en el estudio. No nos propusimos componerla, simplemente Armando empezó a tocar la guitarra y era como si estuviera poseída, como si mi cuerpo necesitara realmente cantarla”, explica Virya. A ese momento genésico se unió después Martín: “La idea original era guitarra y voz, y cuando hicimos la grabación con Martín la fantástica idea de introducir, por así decirlo, más tecno, y la combinación de la fuerza de la base y de la letra fue brutal, es espectacular”.
La música de Virya ha sido recibida por la crítica interpretando de un lado sus contenidos, por el sustrato social de sus temas, donde aborda desde la perspectiva de género a la superación que exige la sociedad a quienes se encuentran más abajo, pero también su expresión musical y la combinación de ritmos latinos, urbanos y pop, y su poderío escénico. Una escena que comparte en los directos con el propio Armando Drive y con Javi Moreno, batería de ‘Efecto Pasillo’.
Prueba de la vocación social de Virya Cruz con su música es que ‘Corre’ no es solo una canción, sino un proyecto audiovisual, en el que quienes se ven obligados a correr en la vida para no ser engullidos – inmigrantes, víctimas de cualquier forma de dominio no legítimo – dan su testimonio. “Tuvimos la idea de pedir a personas que considerábamos que podían entender esta historia que nos contaran la suya, de manera bonita, en fragmentos de 20 segunditos y estamos subiéndola a redes y la gente consigue empatizar con esas personas y con la canción”, asegura.