El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, y la consejera de Medio Ambiente y Emergencias, María del Mar Arévalo, presentaron este mediodía, en la Charca de Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana), el proyecto denominado Señalización y Amojonamiento de la Zona de Exclusión de la Reserva Natural Especial Dunas de Maspalomas. Con un presupuesto de casi 126.000 euros, financiado en un 85% con fondos FEADER y en un 15% con fondos del Cabildo de Gran Canaria, este proyecto persigue, principalmente, regular el uso público de la Charca de Maspalomas, y garantizar la protección de la flora y de la fauna de este enclave emblemático de la isla de Gran Canaria. Se llevará a cabo hasta final de año el amojonamiento de 1.700 metros de la zona de exclusión de la Reserva Natural, una zona que sólo abarca unas 43 hectáreas de superficie. Se instalará, además, nueva señalización informativa e interpretativa de los valores naturales y patrimoniales de la zona.
La zonificación de la Reserva Natural se “establece (…) con el objeto de armonizar el uso público del espacio con los fines de protección y conservación que se persigue” (art. 10 del Plan Director de la Reserva Natural). La zona de exclusión está “constituida por aquella superficie con mayor calidad biológica y que contiene en su interior los elementos bióticos y abióticos más frágiles, amenazados o representativos. El acceso será regulado atendiendo a los fines científicos o de conservación” (art. 11.1 del Plan Director).
El régimen de uso específico de esta zona viene explicitado en el art. 45 del citado Plan, amén de las determinaciones de carácter general, que afectan a toda la Reserva. En su apartado 1.b queda prohibido “el acceso y el tránsito por cualquier medio, a excepción del necesario para la realización de la labores de conservación y gestión, en aplicación de los Programas de Actuación del Plan Director o el derivado de labores de investigación cuando este acceso y tránsito haya sido expresamente autorizado”.
En la presentación de las obras, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, insistió en la necesidad de que el Gobierno de la Isla dé un paso adelante y proceda a regular “el cada vez más intenso uso público de un enclave tan emblemático para la isla y tan frágil como es la Charca de Maspalomas”. La Reserva Natural Especial y Zona de Especial Conservación de las Dunas de Maspalomas abarca una superficie de 404 hectáreas y cuenta con una Zona de Exclusión de unas 43 hectáreas. El acceso a esta zona está restringido exclusivamente a personal autorizado, responsable de la gestión de este espacio protegido. La entrada está prohibida al público en general, ya que “en ella se encuentran los endemismos más interesantes de la Reserva y además se trata de la zona de nidificación de las aves que recalan en la Charca y es un importante punto de descanso y alimentación de aves migratorias e invernantes”, recordó Bravo de Laguna.
En estudios realizados en la zona se han citado más de cincuenta especies de aves, algunas tan relevantes como el águila pescadora (localmente conocida como guincho), espátulas, cigüeñas negras, charranes, etc. Otro grupo de aves son las que detienen su viaje y pasan el invierno en esta localidad. No menos relevante son las especies que, además, desarrollan su proceso reproductor en la Zona de Exclusión. Algunas tan escasas como el chorlitejo patinegro, que ha desaparecido en islas como Tenerife y numerosos enclaves de Gran Canaria y que mantiene sus últimos puntos de cría en el entorno de La Charca. Finalmente, es necesario poner de relieve que en los últimos decenios, con el intenso uso público de la zona y la presencia de especies invasoras, algunas aves silvestres como la cerceta pardilla (un hermoso pato) o el charrán común han desaparecido del lugar y no se tienen datos de su cría desde hace varios años. Todo esto apunta a la necesidad de poner en activo la Zona de Exclusión de la Reserva, como medida especificada en su Plan Director desde el año 2004.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria recordó que “vecinos, empresarios, ecologistas, representantes del mundo académico y de las administraciones públicas canarias con presenciare en la Junta Rectora de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas han coincidido en la necesidad de intensificar el control de las medidas de protección de las Dunas de Maspalomas en general. Restringir el acceso a la Zona de Exclusión ha sido una decisión también celebrada por en la Junta Rectora”.
Por su parte, la consejera de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, María del Mar Arévalo, ha insistido en que “estamos hablando de un importante enclave, desde el punto de vista paisajístico y turístico y que está además protegido por la directiva europea sobre el agua, pero es que también tiene interés por su fauna”. María del Mar Arévalo anuncia que “se pondrán bolardos de madera para marcar la zona en torno a la Charca y comunicar, a efectos informativos, a través de carteles, el régimen de uso de la Reserva”.
En los alrededores de la Charca se informará sobre la prohibición de dar alimentos a los peces “porque luego hay superpoblación es imprescindible en estos momentos ir ordenando el uso público de las Dunas de Maspalomas para garantizar su existencia y para maximizar los servicios ambientales que la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas ofrece a los ciudadanos canarios y a quienes nos visitan”, según manifestó María del Mar Arévalo.
Durante 2013, el Cabildo de Gran Canaria ha culminado el proyecto de señalización de la Reserva de las Dunas de Maspalomas con la renovación de unas 50 señales informativas. Las nuevas señales están hechas con un material más duradero, el aluminio; se han utilizado varios idiomas, para atender la demanda de información de los turistas. Durante el presente año se están finalizando las obras del Mirador de las Dunas, y se consolidó el funcionamiento del Centro de Interpretación, con la visita de más de 17 mil personas, entre visitantes, turistas nacionales y extranjeros, así como numerosos grupos de escolares procedentes de los innumerables centros educativos de la Isla que han concertado visitas a lo largo de todo el año, en busca de información sobre este maravilloso e incomparable enclave natural del sur de Gran Canaria.
El proyecto Señalización y Amojonamiento de la Zona de Exclusión de la Reserva Natural Especial Dunas de Maspalomas prevé la instalación de 1.272 postes verticales enterrados y con base de hormigón a una distancia de 1,5 metros de separación. La altura es de 110 centímetros. Son de madera tratada para soportar las inclemencias marinas. En cartelería, se instalarán 140 paneles de aluminio con vinilo adhesivo con dos mensajes principales en español, inglés y alemán: “Zona de Exclusión/Sólo personal autorizado” y “Prohibido alimentar a los peces y pescar”. Además, se instalará una plataforma de madera en un árbol situado en la Charca de Maspalomas para favorecer la cría de especies como las garcetas o el águila pescadora, que no encuentran lugares propicios en Gran Canaria.
