Siempre he mantenido que trabajaría hasta el último minuto de la legislatura en la defensa de los intereses generales de Canarias, y que mi responsabilidad al frente de la Comunidad Autónoma en modo alguno se vería afectada por decisiones que en un momento dado pudiera tomar mi partido en relación a las candidaturas electorales.
Así lo anuncié, y así está ocurriendo. Sin ir más lejos, esta misma semana– cuando apenas faltan siete días paras las elecciones locales y autonómicas- me he reunido en Bruselas con la nueva comisaria de Política Regional de la UE, Corina Cretu, para abordar distintos expedientes de suma importancia para el futuro del Archipiélago a corto y medio plazo.
En dicho encuentro abordamos los planes operativos de la Comisión, que si bien están aprobados en su planteamiento general aún no se han materializado financieramente; programas de una importancia enorme para Canarias, porque entre ellos se encuentran el Feder, el Madeira-Azores-Canarias (MAC) y el del Atlántico Medio para la cooperación con Marruecos.
Además, y dado el interés mostrado por la comisaria, tuve la oportunidad de trasladarle la experiencia de Canarias en la gestión de la inmigración clandestina –especialmente en los años en los que el Archipiélago recibió a miles de personas procedentes del continente africano-.
Respecto a este asunto, extremadamente sensible y de infinita importancia -cuestión que tanta implicación y compromiso requiere- aprovechamos la ocasión para explicarle cómo abordamos aquel fenómeno y cómo han mejorado los controles en origen, pero sobre todo le expresé mi convencimiento de que la mejor política para afrontar la situación es generar desarrollo y actividad económica en el continente -y en esa dirección Canarias puede aportar su experiencia en dos sectores de gran potencial de desarrollo, como las energías renovables y la gestión de los recursos hídricos-.
El Archipiélago, por sus condiciones naturales y situación geográfica, puede convertirse en un laboratorio para el desarrollo de nuevas iniciativas en estos campos, extrapolables luego a mayor escala, tanto al territorio continental europeo como a los países del África Occidental.
Reiteré a la comisaria la apuesta que está realizando el Gobierno de Canarias por las energías renovables, en sintonía con nuestra Estrategia de Especialización Inteligente y siguiendo de las propias directrices que ha marcado la Comisión Europea para las regiones ultraperiféricas en su Comunicación del año 2012.
Se da la circunstancia de que ese documento recoge un eje estratégico de lucha contra el cambio climático –donde la promoción de las energías renovables ocupa un lugar central- que, sin embargo, no se ha desarrollado adecuadamente. En particular, el Ejecutivo comunitario no ha adoptado ninguna medida financiera concreta para llevar a la práctica los preceptos del citado eje, por lo que volví a reclamar la habilitación de créditos suficientes para cumplir las propias determinaciones de la Comisión.
Sabe la UE, porque así se lo hemos trasladado reiteradamente, que Canarias apuesta por un modelo de desarrollo sostenible, respetuoso con el medio ambiente, que busca mejorar su competitividad a través del desarrollo de políticas de excelencia en las que Canarias tiene mucho que decir, como la investigación astrofísica o biotecnológica, la investigación marina o el mismo desarrollo de energías renovables.
Todas esas actuaciones están recogidas en nuestra Estrategia de Especialización Inteligente, aprobada por el Parlamento de Canarias después de un proceso participativo con los distintos agentes económicos y sociales del Archipiélago.
En definitiva, le planteé a la comisaria que Canarias dispone de una hoja de ruta clara para afrontar los numerosos retos que plantea su futuro, pero que precisa de la implicación decidida de la Comisión. En esta dirección, la comisaria nos aportó algunas claves muy interesantes para poder incardinar todos esos proyectos en el contexto presupuestario de la Unión; y, aunque resultará difícil establecer singularidades para las RUP en el llamado Plan Juncker (un programa dotado de 315.000 millones de euros para inversión pública y privada en los próximos 3 años) nos aclaró que este tipo de proyectos relacionados con la sociedad del conocimiento, la investigación y la innovación pueden tener cabida también en la distribución de fondos que realizará el Banco Europeo de Inversiones (independientemente de los fondos que ya están garantizados en los programas operativos a los que me referí anteriormente).
A la vista está, los intereses de Canarias están en juego hasta el último minuto, y a ello dedico y dedicaré los cinco sentidos porque es mi responsabilidad y compromiso.
