Gran Canaria aspira a mejorar la coordinación y la información entre los diferentes cuerpos con autoridad en asuntos medioambientales como prioridad para mejorar la vigilancia ambiental. Esta es la principal conclusión del II Encuentro sobre Vigilancia Ambiental en Gran Canaria, organizado por el Cabildo de Gran Canaria y que reunió a un centenar de agentes en la granja agrícola experimental.
Todos los cuerpos coincidieron en la escasez de efectivos para hacer frente a la amplia casuística de infracciones y delitos medioambientales que tienen que afrontar, circunstancia que a juicio de los técnicos solo se puede paliar con una estrategia compartida y protocolos de coordinación, motivo por el cuál el Cabildo aprobó este mismo año un Plan de Vigilancia Ambiental.
Para el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, que fue el encargado de inaugurar el encuentro, “hay que dejar de ver a los agentes como personas que solo sancionan, ya que con sus conocimientos sobre en terreno y su contacto con las personas pueden convertirse en una pieza clave para la sensibilización y la información medioambiental”.
Además de la coordinación, una de las prioridades de la vigilancia ambiental es la prevención, detectando las posibles infracciones antes de que ocurran. En este sentido, y en relación a la estrategia para la erradicación del uso del veneno en el medio no urbano, se destacó la reciente iniciativa del Cabildo de recoger gratuitamente venenos y productos fitosanitarios prohibidos que permitió retirar 5.000 kilos de estos productos, evitando por lo tanto su posible utilización posterior.
El encuentro también sirvió para dar cuenta de la elaboración del Plan Técnico de Caza Controlada de Gran Canaria, que se espera concluir a lo largo del mes de julio, una herramienta fundamental para la ordenación de la actividad cinegética en la isla, uno de los principales y más comunes aprovechamientos del medio rural en Canarias. En plan establece como prioridades la conservación y gestión de los hábitats de las especies cinegéticas como perdices y conejos y la preservación de la diversidad biológica de las especies.
Otra de las prioridades establecidas por el encuentro fue el control de las especies invasoras, tanto vegetales como animales, son una de las principales amenazas para el medio natural en Canarias. Una vez introducidas son muy complicadas de controlar o erradicar, por lo que los esfuerzos tienen que centrarse en impedir su introducción, fundamentalmente a través de puertos y aeropuertos.
El director general de Medio Ambiente, Manolo Amador, explicó que para el objetivo marcado por el Cabildo de conseguir el abandono cero para animales domésticos también requiere del trabajo coordinado de con las policías locales para hacer un control efectivo de los animales, velando porque todos estén identificados mediante chip o creando protocolos que permitan responder con eficacia a las denuncias por abandono o maltrato de animales domésticas.