Como es lógico, también desde nuestro sector siempre hemos defendido el buen uso del suelo en la zona turística del Sur. Suelo, que en el caso de los veteranos núcleos turísticos, ha sido elegido en su momento como tal, por su situación estratégica. En nuestra opinión, debe defenderse en estos momentos, la idoneidad del ¡USO ÚNICO DEL SUELO!, posición que es compartida por los fieles usuarios turísticos y sus touroperadores, y eso desde hace décadas.
Debido a la falta de una adecuada y continuada gestión transparente y coherente por parte del conjunto de las administraciones competentes y coincidiendo con repetidos ciclos de debilidad económica y, en ciertos casos, por la falta de unión interna en el seno de los complejos extrahoteleros para gestionarlos bien, ha dado como resultado el afincamiento en dicho suelo turístico, de personas residentes de diferente índole y nacionalidad. Por ejemplo: Trabajadores de la zona, veteranos turistas y canarios convirtiendo su familiar unidad turística en segunda vivienda.
Resulta evidente que ante la disensión de las cifras manejadas por distintos interlocutores, ante la opinión pública, consideramos que deben ser las cifras oficiales del padrón municipal y de los registros oficiales, las que deben confirmar con exactitud la realidad del sector. En tal sentido, deben ser referencia obligatoria el Registro de la Propiedad y el del Patronato de Turismo, sobre el uso REAL, de las unidades alojativas en nuestro sector, para evaluar adecuadamente el “CORAZON TURÍSTICO” = motor económico
Inflar a su antojo, como así se ha puesto de manifiesto por algunos, para reclamar más potestad, confunde a cualquiera mínimamente desinformado. Actualmente, la suma que maneja la plataforma de casas vacacionales y la plataforma de residentes, que se sienten afectados, supera ampliamente la totalidad de unidades alojativas en toda dicha zona turística.
En el pasado mes de agosto, desde nuestro sector, hemos hecho un gran esfuerzo, respetuoso para propiciar un dialogo que contribuya a evaluar la situación real de la forzosa convivencia entre el propietario residente y el sector empresarial. Difícil convivencia, cuando se pone en cuestión el respeto personal y a las normas, lo cual ha revertido de forma negativa en la conservación de los complejos, y ello aun reconociendo que hay otros ejemplos de la existencia del respetuoso convivir en las circunstancias creadas.
Difícil en todo caso, porque ahora por acumulación, el uso residencial “tumba" el uso inicial turístico, requerido en esta zona preferencial y en su conjunto de gran valor para la economía isleña.
La situación creada en un complejo turístico que así cojea, imposibilita la Gestión turística para cumplir con distintos criterios óptimos de calidad.
A lo largo y en la práctica ni cómodo, ni rentable para uno ni para el otro. El salto al sumergido alquiler turístico ilegal, sí es muy perjudicial para el gestor turístico legal y solo súper rentable para el que peca por todos conceptos de la legalidad y solidaridad.
Dicho sea esto de paso, para no confundir entre los pretendidos usos respetables anteriormente mencionados, y los que sin frenos abusan de la falta del control legal.
En fecha reciente se celebró un encuentro, convocado por el presidente del Gobierno Autónomo, donde participaba el sector de la Construcción y el Sector Turístico.
Una aportación nuestra del sector extrahotelero, "afectado" por la denominada residencialización, requiere y merece ser estudiada.
Sugerencias:
Es importante primero, crear un "status quo".
Es imposible permitir el ampliar sin más, los números de que se afincan en la zona turística, meramente por apuntarse en el Padrón y así en el futuro Censo?
El regidor(a) o la Administración de rango mayor que lo permita, amplía quizás el número de votantes, pero incumpliría su mandato de velar por la sana economía de su municipio o isla o archipielago.
En la foto fija del momento del hoy, procede el respeto mutuo por la situación creada, y de los que se respetan en buscar la idoneidad para todos.
Las personas implicadas quizás se entiendan, pero la actividad turística también se rige por otros factores y por visitantes que prefieren modelos homogéneos, en el total de la oferta de un complejo turístico y su entorno.
Hay que buscar soluciones que necesariamente van a esponjar la zona turística.
Parte de los residentes actuales en complejos turísticos (los trabajadores del sector, residentes que buscan ampliar su vivienda que ahora se limita a un solo dormitorio y mini salón) estarían probablemente dispuestos a "moverse" a otras zonas periféricas, donde la lejanía del mar, por ejemplo, se compensase por más espacio de vivienda y mejores dotaciones (como transporte público, escolarización cercana etc. ).
Las nuevas viviendas en dicha zona, podrían ser de nueva construcción o ubicadas en complejos existentes, más que semi-residencial, que servirían para ser un modelo ejemplar de renovación para lo residencial definitivo y total. Entraría la Construcción.
El espacio así creado en los complejos turísticos en la zona turística, daría posiblemente alas, a la renovación estancada en dichos complejos turísticos. ¿Entraría la Construcción?
¿Sería la idoneidad de los dos pájaros de un tiro ?
Sería sin duda, el principio de la sinergia en la estimulada solución pacifica, que es más real que el predicado “forzoso convivir” en lo que es lo casi incompatible entre sí, ni por todas las buenas intenciones que se den.
