Un médico coordinador del Servicio de Urgencias Canario (SUC), dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias atendió la llamada de una mujer, madre de un menor de 18 meses de vida, que solicitaba información sobre cómo actuar tras comprobar que su hijo había ingerido un producto posiblemente tóxico.
Según la conversación telefónica, la madre había encontrado al menor jugando con un bote de jabón líquido para la ropa esparcido por el suelo y con restos de producto en la boca, aunque desconocía la cantidad que había podido ingerir.
El médico coordinador del SUC tras realizar el interrogatorio sanitario correspondiente -lo que le permitió conocer el nombre exacto del jabón para a continuación contactar con el Instituto Nacional de Toxicología- indicó a la madre las pautas de actuación que debía llevar a cabo mientras él contactaba con el mencionado instituto en Madrid y volvía a llamarla.
Entre estas pautas estaba no darle nada de beber, no provocar el vómito, no estimularle para que realizara movimientos bruscos y que mantuviera el teléfono operativo a la espera de su llamada.
A continuación, el médico coordinador del SUC contactó con el médico de guardia del Instituto Nacional de Toxicología y tras facilitarle el nombre el producto, éste le indicó que, ante la falta de información sobre la cantidad que podía haber ingerido, aconsejaba su derivación a un centro hospitalario, aunque en pequeñas dosis podría ser inocuo.
El médico del SUC contactó nuevamente con la afectada y le recomendó que acudiera al servicio de urgencias del Hospital Universitario Materno Infantil de Canarias. Además, el médico coordinador contactó con el pediatra de guardia del servicio de urgencias hospitalario para prealertarle de la llegada del menor y transmitirle la pauta que el servicio de toxicología había recomendado para la atención de este niño, con riesgo de neumonitis química.
