Mariano Rajoy ha ganado sus terceras elecciones y hasta ha mejorado los resultados de diciembre. Hace solo cuatro meses pudo perder la presidencia y ahora se supera llegando a los 137 escaños. Hace cuatro meses pudo ser relevado y ahora está más fuerte y sus rivales han fracasado y están más débiles. Los intentos de cambio de los nuevos partidos y la izquierda han fracasado.
La política de pactos, sigue estando complicada ya que no le bastará con los escaños de Ciudadanos, aunque ahora sumen más entre los dos (169), y solo podría gobernar con el difícil acuerdo del PSOE o con su abstención o la de partidos soberanistas. Todos están ahora presionados por la voluntad de evitar unas terceras elecciones, tras la experiencia de las de ayer.
Con los resultados que han arrojado las urnas, el escenario político sigue pendiente de la voluntad de los líderes. Hay una luz más clara que tras el 20-D, pero sigue sin ser diáfana. Hará falta, desde hoy mismo, negociación y voluntad de pacto. Las líneas rojas tendrán que borrarse porque el horizonte de unas terceras elecciones sería insoportable para el país.
Rajoy pedirán al PSOE que desde este mismo lunes se siente a negociar un futuro Gobierno. El acuerdo de izquierdas queda muy lejos porque ese bloque ha retrocedido en escaños y necesita aún más del voto de independentistas.