La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, a través de su Dirección General de Pesca, ha convocado subvenciones para modernizar o sustituir motores en la flota pesquera artesanal de las Islas, que están incluidas en el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) y cuya cuantía inicial es de 100.000 euros, crédito ampliable hasta dar cobertura a todas las solicitudes que cumplan con los requisitos establecidos.
Estas ayudas forman parte de la línea para promover una mayor eficiencia energética de los barcos pesqueros y mitigar los efectos del cambio climático, mediante inversiones en equipo a bordo de las embarcaciones, dirigidas a reducir emisiones, artes de pesca y la sustitución o modernización de motores principales o auxiliares; y, según ha indicado el consejero del área, Narvay Quintero, “se han podido convocar porque se ha declarado en equilibrio a la flota de las Islas; una declaración que constata la profesionalización del subsector pesquero de las Islas y la rentabilidad de esta actividad, condición necesaria para recibir algunas de las ayudas comunitarias, y que se produce gracias al esfuerzo del subsector pesquero con el apoyo del Gobierno de Canarias y otras administraciones”.
Las solicitudes se presentarán hasta el 30 de agosto en cualquiera de las oficinas de registro del Gobierno de Canarias, así como en los demás registros regulados por la Ley 39/2015 del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
Podrán acceder a estos fondos los propietarios o armadores de buques pesqueros en activo que estén dados de alta en el censo de la Flota Pesquera Operativa y tengan su puerto base en Canarias, además de cumplir el resto de requisitos establecidos en la convocatoria publicada en el Boletín Oficial de Canarias del 8 de agosto.
Además del cambio o modernización de motores son actuaciones subvencionables las inversiones en hélices y generadores energéticamente eficientes; los elementos de propulsión que utilicen fuentes de energía renovables, tales como aerogeneradores, turbinas o paneles solares; la conversión de motores para que funcionen con biocarburantes; y los mecanismos de estabilidad y costes relacionados con los aparatos de gobierno. A estas se suman los gastos en económetros, sistemas de gestión de combustible y seguimiento; y las inversiones destinadas a mejorar la refrigeración, la congelación o los sistemas de aislamiento de los buques de menos de 18 metros, entre otros.
