El Cabildo de Gran Canaria conmemoró el Día Mundial del Refugiado, durante un encuentro que sirvió para reclamar un trato digno para las personas que arriesgan su vida al huir de zonas de conflictos y que acaben las represalias para quienes apuestan por defender el derecho a la vida y ser solidarias.
El acto en el Patio, enmarcado en el programa Gran Canaria Solidaria, contó con la intervención del consejero de Solidaridad Internacional del Cabildo, Carmelo Ramírez, la fiscal Inés Herrero y de forma virtual a través de videoconferencia la activista Helena Maleno, que por dificultades burocráticas no pudo desplazarse hasta Gran Canaria.
Maleno, defensora de Derechos Humanos, periodista y especialista en migraciones y trata de personas, ha sufrido amenazas por denunciar las políticas migratorias entre la Unión Europea y los gobiernos africanos, aunque eso no le impidió ayer volver a alzar su voz para criticar la situación que viven los refugiados.
Explicó que pese al golpe de efecto del barco Aquarius que recibió España con más de 600 inmigrantes, las fronteras españolas siguen siendo “salvajes”, ya que hay más impunidad, más víctimas y las familias siguen sin poder enterrar a sus muertos. Apostó por rescatar la democracia y denunció que este drama existe porque es un negocio, tanto el de la venta de armas como el de los controles de las fronteras.
Por su parte, la fiscal Inés Herreros, amiga personal de Maleno y colaboradora en diferentes acciones solidarias, lamentó que en la actualidad la solidaridad puede conllevar penas, incluso de cárcel.
El consejero Carmelo Ramírez reclamó un esfuerzo político para acabar con las guerras y las violaciones de los derechos humanos en los países de origen, aunque también abrir vías de acceso legales y seguras para los migrantes para que dejen de arriesgar sus vidas en el mar. Por ese motivo, pidió que las instituciones europeas pongan en marcha una operación permanente de salvamento y que combatan las organizaciones criminales de trata de personas.
El acto en favor de los refugiados, que llenó el aforo del Patio, culminó con una actuación musical del grupo Rojo Cancionero formado por Salvador Amor y Gabriel Ortega, que interpretaron canciones de Atahualpa Yupanqui, Miguel Hernández, Paco Ibañez y Chicho Sánchez Ferlosio.