El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha resuelto definitivamente los problemas de vertidos de aguas residuales que históricamente venía sufriendo la vecindad del barrio de Calderín. Desde el pasado mes de febrero se ha puesto en servicio el nuevo colector que canaliza los vertidos domésticos de aquella población hasta la estación depuradora del polígono industrial de El Tablero.
Las obras de construcción de ese colector general, de unos 780 metros de longitud, fueron realizadas por la empresa Nelkonsa Obras y Proyectos SL, y requirieron una inversión municipal de 138.750 euros.
La nueva tubería es de polietileno de 300 milímetros de diámetro, y tiene capacidad para conducir un volumen de 5 litros por segundo en el momento de máximo caudal. Además, cumpliendo con la normativa técnica española específica para este tipo de servicios, el colector está dimensionado para cubrir futuras necesidades de un crecimiento poblacional de hasta el 90%.
Hasta ahora, las 83 viviendas que conforman el asentamiento rural de Calderín venían disponiendo de una pequeña red de saneamiento obsoleta y en muy mal estado, que concluía su recorrido en un pozo negro en estado ruinoso y con filtraciones localizado en la parte baja del barrio.
Aquella vieja fosa séptica, claramente insuficiente para atender a la población con las necesarias garantías de salubridad y seguridad, requería un costoso mantenimiento y una evacuación de aguas casi diaria por parte de los servicios municipales
Bajo tierra
El nuevo colector de aguas residuales que ha permitido suprimir el antiguo pozo negro discurre enterrado bajo tierra durante unos 630 metros de su recorrido, en zanjas que en algunos tramos llegan a tener hasta 7,5 metros de profundidad.
En los restantes y finales 150 metros de su recorrido hasta alcanzar la estación depuradora, el nuevo colector salva el desnivel del Barranco de Las Tabaqueras discurriendo sobre un moderno acueducto de estructura metálica que en su punto central alcanza una altura máxima de 4,5 metros.
Para poder construir este colector general, el Ayuntamiento ha tenido que sortear diversas dificultades, entre ellas obtener sin ningún coste económico los necesarios permisos de servidumbre de los Hermanos Betancor Curbelo, familia propietaria de los terrenos, y las autorizaciones del consejo Insular de Aguas de Gran Canaria y de la Consejería de Política Territorial del Cabildo, además del beneplácito y el consentimiento de todos los propietarios de las fincas sobre las que ahora discurre la mayor parte del trazado del colector.