El pasado 30 de diciembre, tras la publicación del polémico reglamento de primarias municipales publicado por la Secretaría de Organización Estatal, los miembros que constituíamos los órganos de dirección de Podemos en San Bartolomé de Tirajana presentamos un escrito de dimisión ante los órganos autonómicos. Hemos abandonado definitivamente la formación ante lo que consideramos un atentado contra los principios más elementales que regían la organización y que nos llevaron en sus inicios a aglutinarnos en torno a ella.
Desde este órgano, democráticamente elegido para dirigir la acción del partido en el municipio, se han denunciado diversas prácticas que se han producido dentro del partido, de las que hemos venido a remover del escenario político, sin que haya habido una reacción de los órganos competentes para arrinconar y eliminar dichas prácticas en el seno de la organización.
En base a lo vivido estos tres años; a los últimos acontecimientos y especialmente tras la publicación del reglamento de primarias internas, entendemos que además ahora se están utilizando los órganos de dirección y la capacidad reglamentaria para amarrar la organización antes de que se celebre el proceso y para controlar sus resultados.
Esta estrategia es inaceptable dentro de PODEMOS por muy loables y urgentes que sean sus objetivos.
En la opinión de los que hoy aquí comunicamos nuestra dimisión, el fin nunca puede justificar los medios, porque los medios son la única vía de materialización del fin. Si hoy estamos aquí es porque, en su día, entendimos que para cambiar la realidad es necesario practicar la política cotidianamente y demostrar que otra manera de hacer las cosas es posible; basándonos en principios de participación y transparencia; y en valores de responsabilidad, coherencia, solidaridad, el respeto, la honestidad. Son estos mismos principios y valores los que hoy nos hacen tomar la decisión de desvincularnos del partido que un día nos ilusionó, nos movilizó, nos dio ganas de luchar, nos levantó del sillón y nos emocionó.
No obstante seguimos sintiéndonos identificados con el discurso inicial y creemos que puede volver a instalarse en la organización si se lucha desde dentro, pero hemos decidido priorizar la lucha municipal a la partidaria. Preferimos invertir nuestro poco tiempo y recursos en trabajar por un desarrollo en un sentido más humano en nuestro municipio. Un desarrollo que avance en todas las dimensiones: la económica por supuesto, pero también la social, la cultural, la medioambiental y la política.
La Administración está secuestrada y creemos que los vecinos de este municipio nos merecemos un respeto como ciudadanos y una gestión pública transparente, austera en el gasto y generosa en la inversión para construir progreso. Sólo en una institución democrática donde se instalen nuevas prácticas políticas podrán expresarse sin barreras todas las fuerzas presentes en el seno de la sociedad, y de esa libre expresión surgirán nuevos caminos y nuevas opciones a modelos a todas luces fracasados.
