El candidato de Nueva Canarias a la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, considera inaplazable incorporar al cultivo los terrenos aptos abandonados y aumentar la producción agrícola para el consumo interno, donde se enmarca la apertura de infraestructuras como la bodega insular de San Mateo y el freno al brutal descenso del cultivo de papas.
Pero esta no es la única infraestructura insular que es necesario recuperar sin dilación, también hay que optimizar el Mirador Montaña Cabreja, la Casa del Vino y la Finca Galeón de Santa Brígida, o las diferentes áreas recreativas de acampada y alojamiento en los Llanos de La Pez.
Entre las medidas encaminadas a lograr la soberanía alimentaria que plantea el actual alcalde de Agüimes, destaca el fomento de la agricultura ecológica como elemento dinamizador y generador de puestos de trabajo, pues uno de sus objetivos es consolidar los asentamientos poblacionales en el medio rural. Es “importantísima” la formación de personas y el fomento de su incorporación a las tareas agrarias, sobre todo de los más jóvenes, gran déficit en esta materia.
Además, impulsará el asociacionismo para fortalecer los canales de comercialización, así como los mercados agrícolas, tanto el de San Mateo como el de Santa Brígida, para potenciar la venta directa de los productos y convertirlos en referencia de la agricultura ecológica, evitando así la intermediación de grandes superficies, que pagan poco a los productores y cobran mucho a los consumidores.
El proyecto de recuperación agropecuaria de Antonio Morales contempla además la consolidación del plan de balsas para lograr mayor capacidad de almacenamiento de aguas y una correcta distribución del riego, así como un proyecto de localización y protección del patrimonio etnográfico rural, como pozos, sistemas de riego, cantoneras, casillas de agua y toda la arquitectura agrícola y ganadera de las medianías.
Desde el Cabildo se promoverá el fortalecimiento de las agencias de Extensión Agraria para que cumplan su función de apoyo y asesoramiento y no sean solo meras oficinas de trámites administrativos, aparte de convertir la Asociación Insular de Desarrollo Rural (AIDER) en el auténtico motor de dinamización rural en todas sus vertientes y aprovechar sus recursos humanos, formados en el tratamiento de fondos europeos y trabajos a pie de campo, y múltiples estudios a la espera de ser puestos en marcha.
Antonio Morales asegura que es necesario tener una visión global del mundo rural que facilite la diversificación de la producción y mejore la calidad de vida en las medianías gracias también al turismo, la restauración y el senderismo, así como fábricas de productos como dulces, panes y mermeladas.
Igualmente decidido será el apoyo al sector ganadero con asesoramiento a la legalización de sus instalaciones, ya que más de cien se encuentran estancadas en su tramitación, e incorporarlas incluso a rutas turísticas, además de poner en valor sus productos, como sus excelentes quesos.
Todo ello contribuirá a incrementar la soberanía alimentaria de la isla, pues mientras la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) recomienda un autoabastecimiento de los territorios de alimentos del 40 por ciento, Gran Canaria apenas alcanza el 10 por ciento
