A los partidos que están en la oposición les suelen crecer los enanos cuando montan un circo. Es normal. El primer objetivo de un partido político es el poder. Si no gobiernas, cobras poco, te aburres y te acabas marchando.
Por eso es hasta cierto punto lógico ver al PSOE, descabezado y sin cúpula formal, con esos problemillas internos en su propio gallinero. Que si hay un gallo quíquere o una gallina clueca, que si hay un gato escaldado o un perro ladrador y poco mordedor. Todos los animales del zoo se disputan liderar la rebelión en la granja.
Las peleas entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, con Patxi López terciando de sparring, son hasta cierto punto normales cuando hay un vacío de poder. También podría parecer normal la trifulca solapada en Podemos, aunque en este caso llevan poco tiempo en política y por lo tanto en la oposición al Gobierno de Rajoy. Eso sí, gobiernan las principales capitales del país: Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y hasta Las Palmas de Gran Canaria de forma compartida.
Lo que parece más extraño es que en el PP también haya guerras intestinas en la lucha por el poder cuando gobiernan. A nivel nacional la cosa está más tranquila porque tiene el Gobierno central, aunque sin mayoría absoluta, lo que les genera algunos dolores de cabeza y otros dolores de Cospedal.
Pero en Canarias no gobiernan. Y no solo eso, sino que además de haber salido del gobierno hace unos años también han perdido instituciones importantes como el Cabildo de Gran Canaria o el ayuntamiento de la capital, por no hablar de Telde, la segunda ciudad más poblada de la provincia, o el municipio turístico de Mogán.
Tras la salida de Soria el PP nacional impuso a Asier Antona como nuevo presidente provisional hasta el congreso donde se elegirá al definitivo sucesor del exministro, que esta semana volvía a declarar como acusado en el juzgado por el caso Rosell, acompañado de unos policías que le llevaron en coche oficial como si fueran sus guardaespaldas.
Asier Antona, que tiene nombre vasco y apellido del Ampurdán, es una mezcla extraña entre Bravo de Laguna y Soria, sus antecesores en el puesto, en el fondo y en las formas. Antona no va a tener un camino de rosas porque ya tres compañeros han anunciado que le disputarán el cargo. Y no son cualquiera, sino el exalcalde Juanjo Cardona, el exdelegado del Gobierno Enrique Hernández Bento y la histórica diputada tinerfeña Cristina Tavío, vicepresidenta del Parlamento y expresidenta insular y vicesecretaria del partido.
No lo va a tener fácil Asier, a pesar de que ya se han posicionado a su favor un significativo grupo de alcaldes y las juventudes del partido. Nuevas Generaciones, sin encomendarse ni a dios ni al diablo, ha lanzado un vídeo bastante cutre en el que apoyan a Antona entonando una canción, algo cursi y bastante aduladora. Cómo no te voy a querer, le dicen a su jefe. Pero hay amores que matan. Y sobre todo ahora, en vísperas de san Valentín.
