Mi respuesta a la pregunta " ¿tendremos saturación ? " La respuesta es "No en absoluto!" ¿ Hay " turismofobia " ? ¡ No en firme !
La respuesta, que es el respeto al turista en Canarias está en el ADN de la absoluta mayoría de los canarios.
Hará falta, la disciplina del sensato consenso y sobre todo nada de "equivocados mensajes del populismo" que sirvan para desinformar.
Nuestro espacio específico para el turismo por excelencia, desde décadas está muy limitado por su ordenación geográfica y su legislación.
En tal sentido, tenemos el problema inverso a lo que actualmente tienen los destinos como Barcelona.
Hay que recordar, que después de abrir la puerta al turismo en Las Palmas capital ha sido la misma población canaria quien creó la industria turística de la sureña y en la delimitada zona idónea para ello.
Este modelo se ha profesionalizado y diversificado y da trabajo y nutre su economía de forma consolidada, pero se ha puesto delimitaciones claras al espacio.
El territorio canario es muy amplio y diverso en espacio y el campo de interés del turista.
Con sus playas, montañas, pueblos del interior y la gran ciudad con su patrimonio cultural y histórico.
Los turistas llegan de forma prevista y organizada y en su mayoría con la idea de "introducirse" en nuestro amplio y muy diverso modelo turístico creado para ello.
No vienen a invadir en la zona residencial. Los turistas que se dispersan durante su estancia, lo hacen para siempre al final del día regresar a su alojamiento elegido, donde disponen de su piscina y un espacio amplio y adecuado para todo su bienestar y en un entorno elegido libremente por ellos.
La residencialización sin embargo, al contrario a Barcelona, se impuso a nosotros siendo el legal sector turístico profesional, como una actividad atípica en el uso de unos espacios alojativos, que a su vez forman parte y desde su creación, de un gran conjunto indiviso para el uso turístico.
Tendremos que ser armoniosos en la recién creada obligatoria convivencia dentro de la actual legislación.
Aquí un turista debe seguir percibir la sensación de que se le trata con el debido respeto y sobre todo desde el momento que llegue a su electo hogar de vacaciones.
Nuestra economía y el existente empleo depende aún del tradicional modelo servicial, que nos distingue.
La masiva invasión turística como lo perciben los " residentes barceloneses" justifica su temor de perder su calidad de vida.
Es decir: La intimidad, el espacio que les rodea, en la calidad del modelo armonioso residencial, por la especulación sobre el valor de que también es su vivienda, sin tener opción a una alternativa a un precio razonable en la cercanía del lugar elegido.
El Alquiler vacacional viene al caso
El mal sentir de la población residencial empieza manifestarse en alguna zona capitalina como Guanarteme, que se ha convertido desde una zona semi industrial - residencial no de lujo en un barrio dinámico y rejuvenecido con creciente posibilidad al uso turístico ( surfing, restauración ocio y cultural ) y que está en segunda línea de Las Canteras, que a su vez es de nuevo la primera línea de playa ciudad y casi única en el mundo, que ya se ha reconvertido en una atracción turística de orden internacional y nacional.
En ambas zonas el valor de la vivienda tradicional ha subido y los posibles ingresos van a la par con la creciente demanda para convertirlos en vivienda vacacional.
Por su alta atracción turística y el precio al alza, no es probable que así dará todas sus puertas abiertas a una gran avalancha ajena de personas no cívicas, que invaden además el espacio público y todo el entorno residencial en este momento. Cambiará sin duda, su apariencia a más turística. De forma controlada, espero.
Lo que yo siempre he defendido para el uso del alquiler vacacional, es que la legislación tiene que ser viseversa :
1) desde la competencia del gobierno Autonomo equilibrando su regulación que garantiza el igual de oportunidades, pero con el corsé legal y fiscal para todos como el que tiene el legal sector extrahotelero actualmente.
2) En la base de la legislación. en mi opinión, está La Comunidad de Propietarios que son los dueños quienes también tienen su derecho para marcar la deseada convivencia y así tienen la potestad de la decisión en el posible nuevo uso.
En Madrid el gobierno central a su vez, tendría que cambiar la ley correspondiente, que daría más potestad a la asamblea de la Comunidad de Propietarios y que así con una mayoría cualificada podría permitir el uso "vacacional" dentro de una comunidad de propietarios en su origen basado en el uso residencial.
Todo lo demás reglas del juego para garantizar tanto la seguridad jurídica del turista como del gestor turístico, tienen que estar basados en " el equilibrio de la sensatez y la promoción necesaria de calidad y diversidad en la oferta para el real futuro turístico y por tanto evaluar las consecuencias de lo que nos espera, antes de cualquier decisión.
Duele o roza en ambos casos: Roza en la introducción muy contra productiva del uso residencial en un complejo turístico con todos sus estructuras y dotaciones, como duele de la misma manera cuando el uso residencial capitalino ( ya incluso en San Fernando SBT y Mogán ) no quiere verse "invadido" por turistas variopintos.
El caso de Las Palmas quizás se semeja a Miami Beach, que renació como remodelado destino turístico exitoso.
En la decisión, solamente la calidad en equilibrada relación con el precio, siempre será el decisivo factor económico de la sobre vivencia para el invento "Vivienda vacacional".
Requiere también la gestión reglada de su venta por internet.
Conclusión
Vivienda residencial o turística. Dos cércanos mundos "opuestos" pero no necesariamente enfrentados.
En ambos casos de la supuesta controversia interna en sus tradicionales zonas privilegiadas a penas se ofrecen igualitarios alternativos para el "donde vivir"
Tom Smulders, presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de ( la provincia ) Las Palmas
